Gobierno reconoció a Iglesias por su labor de protección de DD.HH durante la dictadura militar

El delegado lideró la ceremonia realizada en la Plaza de Tribunales de Iquique en la que se homenajeó a la Iglesia Católica y la Adventista, además de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y Detenidos Desaparecidos de Iquique y Pisagua.

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Este miércoles el delegado presidencial regional de Tarapacá, Daniel Quinteros, lideró una ceremonia de Homenaje y Reconocimiento a las Iglesias y Comunidades de Fe, por su labor de ayuda, defensa y protección de víctimas durante la Dictadura Cívico-Militar.

La actividad, enmarcada en la Conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, se llevó a cabo en la Plaza de Tribunales de Iquique, junto a la placa de homenaje al abogado Julio Cabezas Gacitúa, quien fue asesinado en dictadura y encontrado en la fosa clandestina de Pisagua.

A nombre de la Delegación Presidencial de Tarapacá se entregó un reconocimiento al Padre Franklin Luza del obispado de Iquique, al Padre Rosalino Thompson de la Iglesia Gruta Lourdes, al Padre Benito Tapia de la vicaría general Diócesis de Iquique, a Leonel Cereceda de la Iglesia Adventista y a Hector Marín, Presidente de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y Detenidos Desaparecidos de Iquique y Pisagua (Afepi). A todos ellos se les entregó una planta con el significado de otorgar “algo vivo, algo que crece, permanece y algo que además hay que cuidar como a los Derechos Humanos”, explicó el delegado presidencial.

En la ceremonia el Padre Rosalino Thomson presidió una Liturgia en la que destacó el don de los Sacerdotes de distintas congregaciones por defender los derechos de todos los ciudadanos, la justicia, la verdad y el amor, y también se contó con la presentación musical del cantante local, Rodrigo Rojas.

Tras el hito de conmemoración, el delegado Quinteros explicó que “como Gobierno nos parecía tremendamente importante poder reconocer a aquellas comunidades religiosas y comunidades de fe que durante la dictadura tuvieron un rol tremendamente importante, que permitieron salvar la vida de muchas personas que de otra manera no lo habrían logrado, que lograron proteger y liberar también a quienes estaban injustamente detenidos por aquellos años y también cumpliendo un rol muy importante respecto de la contención y apoyo hacia los familiares”.

“De manera que en la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado evidentemente no podíamos dejar afuera a las comunidades religiosas, creemos que no solamente es un acto de memoria sino también de justicia, de reconocer el rol que tuvieron y de seguir trabajando y construyendo juntos y juntas una cultura basada en el amor, paz y justicia”, agregó Quinteros.

Por su parte, el sacerdote y párroco de la parroquia Santa Teresita, Franklin Luza, valoró que “es muy grato, en primer lugar, poder encontrarse con tanta gente con la que fuimos creando lazos de compromiso y de fraternidad. Es bueno recordar, porque la memoria es la que nos permite ir desarrollándose y crecer, y por eso ahora con la serenidad que nos dan los 50 años, podemos hacer memoria sin rencores, hacer memoria serenamente y renovar nuestro compromiso con la construcción de una patria que sea más solidaria, más fraterna y que esté más marcada por la justicia y por el amor”.

Asimismo, el Presidente de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y Detenidos Desaparecidos de Iquique y Pisagua, Hector Marín, indicó que “fueron muchos los que se jugaron la vida para rescatar y es el reconocimiento que se le hace no solamente a la Iglesia Católica, sino que a todas las Iglesias que a lo largo del país estuvieron al lado de los familiares de los ejecutados, de los detenidos desaparecidos, de los exiliados y retornados, de todo lo sucedido en los 17 años de dictadura cívico-militar”.

La seremi de Justicia y Derechos Humanos, Camila Castillo, también participó de la ceremonia y destacó que “el acto en el que participamos hoy día fue muy emotivo, hay que reconocer a todos los actores que fueron parte de la defensa de la democracia y la protección de las víctimas de las violaciones de los Derechos Humanos durante la dictadura militar”.