El fiscal de Tarapacá, Raúl Arancibia, explicó que las bandas chilenas dedicadas al narcotráfico han tenido que ponerse a la altura de la violencia que ejercen grupos como el Tren de Aragua ante la posibilidad de que sean arrasadas y que también se han
encontrado algunas alianzas entre los extranjeros y los nacionales.
El persecutor se refirió a las investigaciones ligadas a este grupo en particular y a otras organizaciones criminales internacionales que han intentado instalarse en el norte del país, como los carteles mexicanos de Sinaloa y de Jalisco Nueva Generación, respecto al caso que evidenció la compra de dos buses para trasladar droga por parte del Tren de Aragua.
Dados los tipos de violencia utilizadas y sus orígenes, Arancibia enfatizó que debemos entender que estas son organizaciones carcelarias, que surgen y nacen dentro, y que se articulan muy fácilmente dentro de las cárceles, ya que muchos de sus miembros casi viven permanentemente privados de libertad, permitiéndoles una serie de ventajas que consiguen de alguna manera.
Consultado por si estas organizaciones se mantienen como internacionales o si han impregnado en los delitos cometidos por grupos nacionales, Arancibia afirmó que si han permeado en el sentido de que el narco o las bandas chilenos han tenido que ponerse a la altura de las bandas extranjeras en cuanto a la violencia que despliegan y a la capacidad de fuego que tienen, porque o si no serían arrasadas por su capacidad de fuego.
