El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Iquique realizó una audiencia de juicio con intérprete a la lengua quechua, con el fin de facilitar a una acusada de tráfico ilícito de drogas entender plenamente el desarrollo y resolución de su causa.
La sala estuvo integrada por los magistrados Juan Ibacache, Karla Fliedler y Andrés Provoste, además del fiscal Juan Valdés y la defensora penal pública, Carolina Lagos, junto a la intérprete Aydeé López, quien fue dispuesta por la Defensoría para participar en la audiencia.
“Lo que aconteció hoy es una práctica no habitual, pero que se ha reiterado en este juzgado, en qué tenemos muchos acusados, especialmente por delitos de droga, que vienen desde lugares vinculados a sectores agrícolas de Bolivia, de las provincias que están más cercanas a la cordillera. No dominan bien el idioma nacional, entienden algunas cosas, lo suficiente para comprender que han cometido un delito y que están sujetos a una responsabilidad penal en Chile”, explicó el magistrado Ibacache.
Añadió que no tienen tanta dificultad para entender lo que pasa en un juzgado de Garantía, “cuando los controlan y les explican que los están formalizando por el delito equis y que serán juzgados. En la etapa del juicio oral, como es mucho más formal y hay un tecnicismo mayor, la Defensoría ha optado por esta vía de traer a juicio intérpretes y facilitadores culturales que hacen un puente, un enlace entre la etnia quechua, en este caso, y lo que se está hablando y desarrollando en el juicio oral”.
El magistrado detalló que se le explican las formalidades y el contenido principal de las etapas. Esto es, cuando se da la acusación, los alegatos de apertura, la prueba que se rinde y el contenido de la decisión del tribunal, ya sea condenar o absolver.
“Es una labor de facilitación, porque en general entienden que está sucediendo, pero se sienten más cómodos al momento de declarar y hacer efectivo su derecho a la defensa, que es lo que se busca principalmente a través del acceso al sistema de justicia penal, auxiliados por un facilitador sociocultural y al mismo tiempo traductor, permitiendo que ejerza de manera mucho más perfecta y precisa su derecho a defensa”, resaltó.