Tras el hallazgo de ejemplares del mosquito anopheles, vector que transmite la malaria, en la quebrada de Quisma, en Pica, el ministerio de Salud decretó una alerta sanitaria para la región de Tarapacá con el propósito de otorgar competencias que posibiliten la protección contra vectores capaces de transmitir enfermedades a las personas.
En el marco de esta alerta sanitaria, que rige desde julio de este año, la SEREMI de Salud Tarapacá realiza un trabajo intersectorial junto a entidades públicas y sociales para ejecutar medidas de control y evitar la aparición y desplazamiento de este mosquito que actualmente habita en las quebradas de Suca, Miñi Miñe, Tarapacá en la comuna de Huara y quebrada de Quisma, comuna de Pica.
En este contexto, y en presencia de representantes de la Organización Panamericana de Salud (OPS) y del ministerio de Salud, una de las actividades realizadas fue el cuenta cuentos “Eligiendo un hogar: Simona se quiere quedar” en el jardín infantil y sala cuna Girasol de esta comuna, un texto para niños preescolares que explica medidas preventivas de mosquitos de interés sanitario.
Posteriormente, se llevó a cabo una mesa de trabajo con el alcalde de Pica, delegación provincial del Tamarugal y vecinos de la comuna para abordar temas como el control de vectores a través de tareas de ordenamiento del medio, como por ejemplo encausar el río para prevenir la aparición de larvas en el valle de Quisma y jornadas educativas.
“Lo anterior es reflejo de la importancia que tiene adoptar medidas de control para fomentar que la población es protagonista en la detección de mosquitos de interés sanitario, en este caso anopheles, y de esta manera evitar la aparición de casos clínicos que pudieran transmitir la malaria”, expresó el SEREMI de Salud, Manuel Fernández.
El equipo de la SEREMI también concurrió al poblado de Tarapacá junto a los representantes del ministerio de Salud, OPS, Ejército y municipalidad de Huara para analizar las estrategias aplicadas con anterioridad y reforzar la articulación entre estas instituciones, mediante labores de vigilancia y capacitaciones relacionadas, así como fortalecer la cautela por parte de la red asistencial en caso de presentarse un caso clínico.
Cabe recordar que el anopheles está presente hace años en la quebrada de Tarapacá de la provincia del Tamarugal, considerándose una zona endémica para esta especie, y Chile fue declarado en 1965 libre de malaria, no presentando casos autóctonos hasta la fecha.
