La Mañana por Paulina

    Comunidad Indígena Quechua de Mamiña prepara talleres de cachimbo

    La iniciativa para poner en valor la tradicional danza nortina es financiada por el Fondo Nacional de Desarrollo Regional y cuenta con el apoyo de la Corporación de Desarrollo Tarapacá.

    La Comunidad Indígena Quechua de Mamiña, de la comuna de Pozo Almonte, dará inicio a un ciclo de talleres con los que buscará poner en valor el cachimbo, una de las danzas más tradicionales de los pueblos y quebradas de la zona norte del país. Las clases están orientadas a los y las integrantes de la comunidad y personas inscritas previamente tanto en Mamiña e Iquique por tema de aforo.

    El objetivo es rescatar este baile y promoverlo entre las nuevas generaciones y la sociedad en general. El proyecto involucra recursos por 10 millones 732 mil 440 pesos, de los cuales  9 millones 123 mil 240 pesos fueron solicitados al Fondo Nacional de Desarrollo Regional y la diferencia será aportada por la misma comunidad.

    El gerente general de la Corporación de Desarrollo Tarapacá, Daniel González, sostuvo que los profesionales del eje de turismo, cultura y patrimonio de la Corporación venían trabajando codo a codo con los miembros de la comunidad indígena quechua para formular y dar estructura al proyecto que busca rescatar este baile patrimonial.

    González precisó que el proyecto considera intervenciones urbanas que quedarán plasmadas en una producción audiovisual.

    La presidenta de la Comunidad Indígena Quechua de Mamiña, Gudelia Cautín, señaló que pese a que el cachimbo que se bailaba en las chacras ligado a la bendición de las cosechas y el entorno no ha sido muy difundido, éste tiene muchas particularidades que lo convertirán en otro ícono turístico del pueblo ubicado cerca de 126 kilómetros de Iquique.

    “Es un baile más rítmico y mucho más bonito que otras versiones, el que incluye cánticos, guitarras y bombos, que es como lo cantaban antiguamente. Entonces, el sólo hecho de imaginarse que otras generaciones puedan aprenderlo, nos pone felices, ya que la idea es que no se pierda, que perdure en el tiempo”, comentó Cautín.

    Agregó que hasta el momento son 30 personas las personas que podrán aprender este “Cachimbo de Las Heladas”, como se le conoce a través de diversos cultores, como Paulo Caqueo y otras personalidades que están felices de poder transmitir esta herencia cultural. “Acá ganan todas las generaciones al fortalecer una identidad que se está perdiendo. Vamos a revivirlo y a incluirlo en los circuitos turísticos ligados a las rutas ancestrales y toda la arqueología y atractivos turísticos que hacen de Mamiña un sitio para permanecer y querer regresar”, puntualizó la presidenta de la comunidad.

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