Una testigo clave del Caso Funcionarios Fantasmas declaró en abril de este año a la Policía de Investigaciones (PDI) que en 2016 se le ordenó aumentar ficticiamente los sueldos de funcionarios de la Municipalidad de Alto Hospicio, dinero que después era recaudado para desviarlo a la campaña del entonces alcalde Ramón Galleguillos (RN – Chile Vamos).
Por este caso están formalizados los funcionarios Francisco Lizana, director de Administración y Finanzas; Rubén Rivera, jefe de Finanzas; y Lorena Segovia, jefa de Recursos Humanos; por los delitos de malversación de caudales públicos y lavado de dinero.
Los tres funcionarios están acusados por el desfalco de cerca de $200 millones en perjuicio de la Municipalidad de Alto Hospicio (MAHO). La Fiscalía sostiene que los imputados confeccionaban listados de funcionarios inexistentes, los que enviaban al Banco BCI para solicitar la apertura de cuentas.
En una declaración a la que accedió Radio Paulina, la testigo Jocelyn Bugueño Díaz manifestó estar “atemorizada” por dar a conocer los hechos que vivió durante el periodo en que prestó servicios para la Municipalidad de Alto Hospicio, bajo el mandato de Galleguillos, ya que hay personas que se encuentran vinculadas al exalcalde, quienes tienen “mucho poder e influencia en esta región”.
La imputada indicó que en junio de 2016 recibió una llamada de César Villanueva, exdirector de SECOPLAC e imputado junto con el exedil por enriquecimiento ilícito, para conversar “de manera urgente” con “gente de confianza para juntar plata y que el dinero que juntara se lo tendría que entregar a Claudia Muñoz”, actual directora de Control en Municipalidad de Alto Hospicio.
Pese a no preguntar por el destino del dinero, la testigo afirmó que “entendió inmediatamente” que “el dinero que había que reunir era para la reelección de Ramón Galleguillos, cuya reelección para alcalde era en el mes de octubre de ese año (2016)”.
“Antes de terminar esa reunión, Villanueva también me instruyó que a cada una de las personas que reclutara tendría que subirle el sueldo en $200.000, a todos por igual”, dijo la testigo, señalando que tras una orden directa de Villanueva comenzó a tomar contacto con personas de su confianza para que la ayudaran en la campaña.
“Recuerdo que este tema reservado y la solicitud que hice a mis cercanos lo hice de manera personal. Entre estas personas podría mencionar a Lorna Galleguillos, Ximena Neira, Cora Salinas y Rodrigo Pérez (…) quien hacía labores de pintor y era pareja de Lorna (…) a otras dos o tres personas más también les pedí que colaboraran con los fondos para elección, pero sus nombres no los recuerdo en este momento”, indicó en la declaración.
Unos días después, Bugueño se reunió nuevamente con Villanueva para entregarle el memorando que contenía “el detalle de las personas a las cuales había que ‘subirles’ el sueldo irregularmente” para que él lo firmara y ella pudiera continuar la tramitación del documento para la creación del decreto alcaldicio.
“Hago presente que, al momento de hacer el memorando, no era necesario que yo tuviera que especificar el porqué de ese aumento de salario, solo tenía que agregar los nombres, la cédula de identidad, el cargo que ejercía, la dirección, el monto, tiempo de inicio y termino en que percibirían este sobresueldo, para la sección correspondiente formulara el anexo de contrato”, detalló en el texto.
A fines del junio de 2016, la imputada se acercó a las personas señaladas anteriormente, quienes le hicieron entrega de los $200 mil acordados previamente, reuniendo alrededor de $1.200.000, dinero que le entregó personalmente a Claudia Muñoz en su oficina, quien al recibirlo “lo depositó en su escritorio sin contarlo”.
“Quiero señalar que al momento de entregarle la plata a Claudia ella no me hizo ninguna pregunta y no tuvimos más contacto que el antes señalado, presumo que ella también era ‘mandada’ dentro de la cadena para juntar plata para Galleguillos”, detalló.
La testigo clave en este caso afirma que el aumento ficticio de los sueldos de funcionarios municipales lo realizó durante cada mes hasta noviembre de 2016, pese a que Galleguillos había perdido la elección en octubre de ese año ante Patricio Ferreira, por lo que decidió no continuar con el sobresueldo por la derrota del exedil y por miedo a ser despedida.
“No quise continuar pidiéndole el sobresueldo a estas personas en diciembre, ya que después de la derrota del ex alcalde la gente del municipio entró en un periodo de mucho miedo y confusión pensando que los iban a despedir. Hago presente que, todas las entregas de dinero que hice cada mes fueron a Claudia Muñoz, según me lo había ordenado Galleguillos, y no a otras personas”, añadió.
“Una práctica habitual”
La testigo clave del caso declaró que el aumento ficticio de los sueldos de funcionarios municipales durante el mandato de Ramón Galleguillos “era una práctica habitual”, incluso detalló que Osvaldo Zenteno, actual director de Servicios Traspasados del municipio, le pidió en ese entonces subirle el sueldo a personas de su interés y agregarlos en los memorandos que posteriormente firmaba Villanueva.
“Otro director que me pidió subirle el sueldo a alguien fue Francisco Lizana Catalán, pero no recuerdo en este momento a qué persona. Estos aumentos de sueldos no podría relacionarlos con fines de financiamiento de campañas políticas, sino que con pagos a personas cercanas a estos directores (…) con respecto a Patricio Gallardo Martínez debo indicar que hacia el año 2016, aún con Galleguillos como alcalde, él era el encargado de todas las licitaciones de la municipalidad, asumiendo la Dirección de Administración y Finanzas de MAHO en la administración de (Patricio) Ferreira”, agregó.
En la declaración, Jocelyn Bugueño remarcó que todo el dinero que reunió para la campaña de Ramón Galleguillos “fue entregado íntegramente a Claudia Muñoz”, por lo que no conservó ni gastó nada del dinero para sus “cosas personales”.
Asimismo, afirmó que su participación como recaudadora de los sobresueldos fue solo en la elección del año 2016, ya que para la campaña del 2012 el supervisor del Programa de Absorción de Mano de Obra (PAMO) era Luis Plaza.
“Quiero agregar que todo lo que hice en pos de la campaña de Galleguillos fue porque recibía órdenes y no quería perder mi fuente laboral”, añadió.
En la declaración Bugueño comenta que la PDI le exhibió un contrato de subarrendamiento con fecha 6 de agosto de 2012, suscrito entre Galleguillos como subarrendatario y ella como subarrendadora, reconociendo su firma al final del documento.
Sin embargo, la testigo “no recuerda haber leído con detención este papel” y acusa que “la gente encargada de la campaña de Galleguillos” le pudo haber sacado la firma “para poder arrendar este inmueble como comando del exalcalde”.
“Mi única participación recolectando dinero para Ramón Galleguillos fue a través de los sobresueldos detallados en esta declaración y no a través del ofrecimiento del pago de horas extraordinarias no realizadas, la cual era otra práctica utilizada en la municipalidad para juntar dinero con fines electorales y sobre la cual no tengo antecedentes que aportar, solo que todo lo relativo a horas extras era confeccionado por Rubén Rivera y Guillermo Contreras”, añadió Bugueño.
Con relación a lo anterior, aclaró que todas las horas fuera de la jornada habitual que percibió como funcionaria corresponden al trabajo que realizó, ya que su labor como supervisora del Programa de Absorción de Mano de Obra (PAMO) “era esencialmente en terreno”.
La declaración de Bugueño coincide con el relato de la exjefa de Recursos Humanos, Lorena Segovia, quien actualmente se encuentra en prisión preventiva por el Caso Funcionarios Fantasmas, y que el año pasado confesó a la Fiscalía que retiró dinero de sobresueldos provenientes de tarjetas de funcionarios municipales, por orden de Rubén Rivera, con el fin destinarlos a la campaña de Galleguillos.
Según una declaración a la que accedió este medio, a fines de 2015 Rivera llamó a Segovia a su oficina y le pidió que concurriera hasta el Banco BCI de Alto Hospicio con el fin de retirar $400 mil pesos, que es el monto máximo permitido de estas cuentas bancarias.
Luego de retirar el dinero en efectivo, la imputada le entregó los montos y las tarjetas utilizadas en Rivera. Este modus operandi se repitió en otros bancos por semanas hasta julio de 2016, cuando Lorna habló con Rivera y le manifestó “que estaba muy asustada y que no quería hacerlo más”.
Sin embargo, el imputado (Rivera) le pidió que se calmara y le aseguró que a ella “nunca le iba a pasar nada, que me quedara tranquila, que él tenía todo controlado, y esto me lo repetía siempre”.
“Cada vez que iba al cajero en Zofri, iba en familia, pero ellos no se daban cuenta de lo que estaba pasando porque decía que iba al baño. Cuando volvía al trabajo le entregaba el dinero directamente a Rubén, junto con las tarjetas siempre en privado. Luego de esta última vez, los retiros fueron más seguidos, cada fin de semana, las tarjetas las mantenía él, ya que se las devolvía con el dinero. Nunca Rubén me dio dinero por esto, ni yo se lo pedí, ya que siempre me indicaba que eran órdenes de arriba, para financiar la campaña del alcalde (Ramón Galleguillos)”, indicó en la declaración
De acuerdo a la imputada, “no era un secreto a voces que se juntaba dinero para Galleguillos, sino que un secreto guardado por los jefes, los de confianza”.