Hasta el frontis de la ex cárcel pública de Arica, declarado Sitio de Memoria, llegó Ana Miles -ciudadana uruguaya radicada en la ciudad ariqueña desde hace 20 años- a rendir un homenaje a Mónica Benaroyo, pidiendo que Nunca Más y Nunca Más el Olvido.
Miles afirmó que Benaroyo “Fue ejecutada en septiembre de 1973, fue encontrado su cuerpo decapitado. Su cuerpo regresa dos años después a Uruguay, donde tiene sepultura, pero recién hoy, a 50 años de su muerte, hay una condena en la cual existe solo un culpable, dado que está vivo y las demás personas que participaron, están muertas…nunca más de estos hechos y lo otro es nunca más el olvido. La justicia llegó, llegó tarde, pero creo que el no olvidar es parte del compromiso de los que estamos acá”, dijo.
Carolina Videla, Pdta. de la Organización, junto con transmitir como organización sentimientos de solidaridad a la familia de Monica Benaroyo, llamó a poner en marcha el Plan Nacional de Búsqueda de Personas Víctimas de Desaparición Forzada.
“Queremos transmitir como organización nuestros sentimientos de solidaridad también a todas las familias de Mónica Benaroyo en el Uruguay y como organización a propósito de esto que está ocurriendo a 50 años del golpe de Estado Civil Militar, a 50 años se ha declarado a un culpable condenado a 10 años y un día por secuestro calificado y nuestro llamado enérgico a todas las instituciones pertinentes e incumbentes a poner ya en marcha el Plan Nacional de Búsqueda de Personas Víctimas de Desaparición Forzada informada por el presidente Gabriel Boric y esto es urgente porque son más de 1.400 personas que se encuentran en calidad de detenidas desaparecidas”, indicó Videla.
El ex coronel de ejército, Juan Iván Vidal Ogueta, fue condenado por el Ministro en visita Vicente Hormazábal de la Corte de Apelaciones de la Serena, a la pena de 10 años y un día de presidio efectivo, como autor del delito de secuestro calificado de la ciudadana uruguaya Mónica Cristina Benaroyo Penco, hecho ocurrido en septiembre de 1973 en la ciudad de Arica. Los demás culpables -todos militares pertenecientes al Servicio de Inteligencia del Regimiento Rancagua, agentes de la Sección II de esa unidad militar- se encuentran fallecidos.
Según los antecedentes de la causa, Mónica Cristina Benaroyo Penco, de 48 años de edad, vivía en Arica, cuando fue detenida por funcionarios de Investigaciones el día 14 de septiembre de 1973 y llevada a la ahora ex cárcel pública y sitio de memoria el día 20 de septiembre. Luego fue sacada desde ese recinto carcelario por militares pertenecientes al Servicio de Inteligencia del Regimiento Rancagua, agentes de la denominada Sección II de esa unidad militar.
El regimiento de Arica estaba bajo el mando del entonces coronel Odlanier Mena Salinas, quien años después dirigió la Central Nacional de Informaciones (CNI), ente represivo en el que también cumplió funciones jerárquicas el ahora condenado Juan Vidal Ogueta, quien operó en Santiago como jefe de división antisubversiva.
En un informe de la Policía de Investigaciones, junto al relato de testigos, declaraciones de gendarmes, carabineros y detenidas que vieron y compartieron con Mónica Benaroyo en el penal, consta que fue ingresada al penal de Arica el día 20 de septiembre, a las 15:20 horas. También se detalla que fue sacada de ese recinto el día 25 de septiembre, a las 20:50 horas, por militares.
De igual forma, según declaraciones de otros testigos sobrevivientes y de ex funcionarios de Ejército, ellos habrían visto a Benaroyo al interior del regimiento Rancagua, al menos durante los dos meses siguientes, como prisionera en dependencias controladas por la Sección II de esa unidad.
El cuerpo de Monica Benaroyo fue encontrado decapitado, en julio del 2008 en el sector de Pampa Chaca, una zona donde habitualmente el ejército hacía ejercicios militares desde antes de 1973.