Durante una visita a un pequeño plantel avícola en Melipilla, la subsecretaria de Agricultura, Ignacia Fernández, hizo un llamado enfático a los productores avícolas del país a mantener las medidas de bioseguridad ante el riesgo persistente de influenza aviar.
“No podemos bajar la guardia”, señaló la autoridad, destacando que, gracias al trabajo conjunto entre el sector público y privado, Chile se ha mantenido libre del virus en aves de corral desde agosto de 2023, a pesar de los brotes en países vecinos.
La actividad contó con la participación del director nacional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), José Guajardo Reyes; el director nacional del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), Santiago Rojas; y el gerente general de ChileHuevos, Patricio Kurte.
Ignacia Fernández recordó que en 2023 el país enfrentó un brote que obligó al sacrificio masivo de aves, tanto de traspatio como industriales, y llevó al cierre de 78 mercados internacionales. Aunque 62 de ellos ya han reabierto, incluido China, el brote también afectó a más de 100 mil aves silvestres de 52 especies, impactó a 175 criaderos de traspatio, 12 planteles comerciales y provocó la muerte de más de 20 mil lobos marinos, además de un caso humano confirmado.
“Tras ese escenario difícil, reforzamos nuestros protocolos de respuesta y prevención, tanto para grandes plantas como para pequeños productores”, señaló la subsecretaria, subrayando el trabajo articulado con el SAG, INDAP y la industria.
En la misma línea, el director del SAG, José Guajardo, explicó que la influenza aviar ha tenido efectos devastadores en países como Estados Unidos, donde incluso ha afectado a vacas y encarecido la producción de huevos.
“En Chile no estamos en esa situación. Nuestro trabajo preventivo incluye el llamado a que todos los productores cuenten con su Rol Único Pecuario, que es gratuito, y hagan su declaración de existencia animal, lo que también habilita el acceso a seguros del Estado en caso de brote”, explicó.
Santiago Rojas, director nacional del INDAP, recalcó la importancia de aplicar todas las medidas de bioseguridad recomendadas por el SAG y ChileHuevos. “La industria del huevo está distribuida a lo largo del país, con miles de pequeños productores que son fundamentales para la seguridad alimentaria”, destacó.
Por su parte, Patricio Kurte, en representación de ChileHuevos, valoró el trabajo público-privado. “Este sector da empleo directo a 7.000 personas, pero hay otras 30.000 que colaboran en distintas áreas. Es un rubro inclusivo y extenso que debemos proteger entre todos”.
El llamado fue realizado en el predio de Gerardo Serrano, joven productor del sector Altos de Popeta en Melipilla, quien compartió su experiencia al implementar las medidas sanitarias requeridas. “El trámite fue rápido. Me informaron todo lo que debía hacer y fue simple implementarlo”, comentó.
Finalmente, las autoridades reiteraron el llamado a reportar cualquier signo de enfermedad o mortalidad inusual en aves, subrayando que la detección temprana es clave para evitar la propagación del virus y proteger al país de nuevos brotes.
