El miércoles 7 de mayo se llevó a cabo la primera votación del cónclave en el Vaticano, dando como resultado que no definió al nuevo papa, saliendo por ende humo negro desde la chimenea de la Capilla Sixtina.
Luego de poco más de dos horas de votación, y tras el inicio del aislamiento de los 133 cardinales participantes, no hubo acuerdo para designar al nuevo pontífice. Así, desde la chimenea salió humo negro, señal de que ninguno de los posibles candidatos a papa logró los 89 votos necesarios.
Este ritual indica que los 133 cardenales, reunidos en cónclave, todavía no alcanzan el consenso necesario para elegir al próximo pontífice. Cada vez que se emite la fumata oscura se confirma que las votaciones siguen sin resultado definitivo.
El humo negro en el Vaticano es una señal visual tradicional utilizada durante un cónclave para comunicar al mundo que no se eligió un nuevo Papa. Este humo proviene de la quema de las papeletas de votación de los cardenales, mezcladas con productos químicos para que el color sea bien visible desde la Plaza de San Pedro.
Cabe mencionar que las siguientes votaciones serán desde este jueves 8 de mayo en el siguiente orden: dos en la mañana y dos en la tarde.
