A través de un llamado del sindicato Verdi, el personal de tierra de la compañía alemana Lufthansa congeló sus labores en los cinco aeropuertos principales del país. La huelga, que inició a las primeras horas de este miércoles 7 de febrero, durará 27 horas y se espera que solo entre el 10% y 20% de los vuelos operen. Aproximadamente 900 vuelos se ven directamente afectados por el paro que convoca a más de 25.000 empleados.
Los viajeros que tenían sus vuelos programados para este miércoles se levantaron con la noticia de que la aerolínea alemana cancelaría el 90% de sus vuelos.
Un anuncio que salpicó a los centros de Fráncfort, Múnich, Hamburgo, Berlín y Düsseldorf y la mayoría de conexiones que se toman desde estas ciudades.
En particular, todas las salidas de Lufthansa desde Berlín y Hamburgo fueron canceladas, al igual que la mayoría de los vuelos desde Düsseldorf. Lufthansa anticipó que, en total, más de 100.000 personas tendrían que cambiar sus planes de viaje.
En un comunicado, la aerolínea informó a los pasajeros que tenían vuelos reservados que no se acercaran a los aeropuertos porque la atención en las cabinas no estaría disponible, y como solución ofreció que los boletos de avión se podrían convertir en vales para viajes de tren y así dar una solución más inmediata.
Las peticiones del sindicato
La huelga, que se lleva a cabo mientras se negocian las condiciones salariales para unos 25.000 empleados de Deutsche Lufthansa, Lufthansa Technik y Lufthansa Cargo, llega luego de las infructuosas conversaciones del 23 enero entre ambas partes.
El sindicato Verdi ha exigido un aumento del 142,5% en un periodo de 12 meses que representaría unos 537 dólares más al mes, así como la solicitud de unos 3.070 dólares para compensar los efectos de la inflación.
Sin una respuesta que llene las expectativas del sindicato, el escenario de este miércoles se ha replicado. El pasado jueves 1 de febrero el personal de seguridad fue el que hizo la huelga y varios aeropuertos se declararon en paro.