En la noche del miércoles, el Gobierno confirmó el inicio del proceso de caducidad de la concesión de la distribuidora de electricidad Enel por el extenso corte de luz que se ha prolongado por casi una semana.
El subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, indicó que hay cerca de 75 mil clientes que están sin suministro desde los primeros días de agosto, de los cuales 50 mil están en la región Metropolitana.
La autoridad de Gobierno exigió a la empresa que garantice un mínimo de reposición dentro de las próximas 24 horas y dio a conocer un compromiso formal de Enel enviado al Ejecutivo para que este jueves logren disminuir en 20 mil los clientes sin suministro.
Por su parte, el ministro de Energía, Diego Pardow, confirmó que se ha iniciado el proceso de caducidad de la distribuidora Enel, el cual comenzará con un requerimiento o ultimátum donde se le ponen condiciones de servicio que deben ser cumplidas en cierto plazo.
“Teniendo en cuenta que al día de hoy se nos ha presentado el tercer plan de recuperación y que los dos anteriores no se cumplieron, no puede haber una tercera vez. Este plan se va a segmentar en periodos de 24 horas y cada una de esas 24 horas vamos a monitorear mediante un requerimiento”, añadió.
El secretario de Estado enfatizó que si en las próximas 24 horas no hay 20 mil clientes conectados “este procedimiento se moverá a su siguiente fase administrativa que es la fase adversarial. Esto se trata de poner a las personas primero y esperaríamos que esto no ocurra”.
Pardow manifestó su preocupación por los consumidores chilenos que deberán pagar las boletas de electricidad, pese a que “el servicio de distribución eléctrica ha sido no solamente incompetente” y las empresas “han faltado a su parte de este trato tácito que tenemos la ciudadanía con las empresas”.
Asimismo, explicó que el Gobierno también ha formulado cargos a la empresa distribuidora CGE por infracción a las normas de reposición de suministro, ya que la compañía tiene algunas de las comunas de la región Metropolitana afectadas y, en particular, por la situación de O’Higgins, donde la falta de ritmo en la recuperación de clientes “es una razón de extrema preocupación”.
