En medio de la crisis en la mesa directiva de la Cámara de Diputadas y Diputados, los actuales vicepresidentes, Eric Aedo (DC) y Gaspar Rivas (independiente exPDG), confirmaron este martes que no renunciarán a sus cargos, pese a que el 15 de abril vencía el plazo acordado en el pacto administrativo suscrito entre el oficialismo, la Democracia Cristiana e independientes.
Según el acuerdo original, la presidencia debía recaer ahora en el Frente Amplio, representado por la diputada Camila Rojas. Sin embargo, tras dos votaciones fallidas marcadas por empates, la presidencia quedó en manos del diputado José Miguel Castro (RN), alterando el equilibrio político y dejando en suspenso la renovación completa de la mesa.
Aedo fue enfático: “Nosotros no vamos a renunciar. Las complicaciones que puede tener la oposición no nos competen. No tenemos un acuerdo con ellos”. Además, afirmó que el oficialismo no ha manifestado incomodidad con su permanencia en el cargo.
Rivas, en tanto, recalcó que su permanencia es una decisión colectiva: “No existe y no ha existido un acuerdo con Chile Vamos ni con la derecha. Mientras no se resuelva esta situación de empate o incertidumbre, vamos a permanecer en la vicepresidencia”.
La posibilidad de una censura a la mesa fue descartada por la oposición. La diputada Camila Flores (RN) dijo que “sería una falta de realismo político” intentar remover a la actual mesa, mientras que Henry Leal (UDI) pidió a los vicepresidentes que “sean caballeros” y respeten el acuerdo.
El nuevo presidente de la Cámara, José Miguel Castro, optó por la prudencia: “Estoy trabajando con los actuales vicepresidentes, ya nos reunimos con la ministra Segpres. Preferiría trabajar con alguien de mi colectividad, pero si tengo que hacerlo con alguien del frente, lo haré y bien”.
El episodio refleja el frágil equilibrio político al interior de la Cámara Baja y la dificultad para cumplir los acuerdos administrativos en medio de tensiones entre bloques.
