La Mañana por Paulina

    El búho que tiene aterrorizados a los habitantes de una ciudad holandesa

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    Si va a salir por la noche, mejor salga con un paraguas.

    Ésta es la recomendación de las autoridades de Purmerend, una apacible ciudad en el norte de los Holanda, para la cual el pronóstico del tiempo no augura ni un temporal ni lluvias torrenciales.

    La sombrilla, en este caso, tiene otra función: sirve para protegerse de un enorme búho que desde hace tres semanas tiene aterrorizados a los locales.

    El más reciente ataque este búho real (Bubo bubo), que con sus alas extendidas puede llegar a medir hasta dos metros, tuvo lugar el martes por la noche.

    El animal arremetió contra dos miembros de un club de atletismo que acabaron hospitalizados -uno de ellos con seis puntos en la cabeza- y la institución se vio obligada a suspender sus entrenamientos hasta nuevo aviso.

    Residentes y trabajadores de un centro para personas discapacitadas también fueron víctimas de un total de 15 ataques.

    “Durante el día no hay problema, pero por la noche sólo nos aventuramos afuera armados con paraguas, cascos, sombreros y lo que sea que sirva para protegernos”, explicó Liselotte de Bruijin, portavoz de la institución.

    “El problema es que no escuchas al búho hasta que ataca. Y sus garras son muy afiladas”, añade.

    ¿De dónde salió?

    Búho
    Cuando extiende sus alas puede llegar a medir hasta dos metros.

    Gejo Wassink, de la fundación holandesa dedicada a búhos y lechuzas OWN, explica que el comportamiento del ave -que se sospecha es una hembra- es inusual.

    “He estudiado al Bubo bubo aquí y en Alemania Occidental y visito cerca de 50 nidos por año. Nunca fui atacado por un búho real”, le asegura Wassink a BBC Mundo.

    Lo más probable es que se haya escapado, estima.

    “Puede que recuerde que es posible conseguir alimentos de los humanos. Por eso, estos no son ataques. Lo que quiere es acercarse a la gente para conseguir comida”.

    Otra razón que puede explicar su comportamiento agresivo es que el nivel de sus hormonas es mayor en esta época, y esto aumenta su ferocidad a la hora de defender su territorio.

    Pero, según Wassink, lo que ocurre evidencia además otro problema.

    “En Europa cualquiera puede comprar un búho o un ave de rapiña. Desafortunadamente, la ley holandesa lo permite”.

    “Entonces, mucha gente compra un búho y cuando se da cuenta de que no es un animal que se puede acariciar como un gato o un perro, la deja en libertad”.

    “Y, como podemos ver ahora, estos animales no se comportan de forma normal cuando se escapan”, argumenta Wassink.

    Proceso lento

    La alcaldía de Purmerend dice que está buscando una solución al problema.

    Búho
    El club atlético local suspendió sus actividades después de que dos de sus miembros fueran atacados.

    En su sitio de internet prometen atrapar al ave.

    Sin embargo, no es tan sencillo como salir a las calles con red en mano.

    El Bubo bubo es una especie protegida y, para atraparla, se requiere un permiso especial.

    “Estos procedimientos pueden tomar tiempo. Mientras tanto, les recomendamos alejarse del búho”, dice la alcaldía.

    Según el grupo conservacionista Peregrine Fund, la población de esta especie cayó drásticamente en la primera mitad del siglo XX por la caza.

    Si bien las poblaciones han comenzado a aumentar gracias a las medidas implementadas para su protección y a programas de reintroducción, las poblaciones de búhos, lechuzas y otras aves rapaces no se han recuperado por completo.

    Todavía perecen al chocarse con cables eléctricos y tras ser atropelladas por autos.

    Así que mientras las autoridades tramitan los permisos necesarios para atrapar el enemigo del momento, a los residentes no les queda otra opción que salir protegidos por las noches o permanecer en la casa.

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