La Fiscalía Nacional Económica (FNE) informó que comenzará a desarrollar un estudio de mercado que apunta al mercado de los textos escolares, abarcando tanto el segmento estatal como el privado, luego de realizar una investigación que detectó una alarmante concentración en esta industria y un gran incremento de valores entre textos de similares características.
En su investigación previa, la Fiscalía detectó seis razones que justifican la realización de este trabajo. La primera de ellas es que la compra de textos escolares representa un gasto monetario relevante tanto para el Estado como para las familias cuyos hijos asisten a establecimientos educacionales privados. Entre ambos segmentos, el gasto anual asciende a unos US$ 116 millones cada año.
En el primer caso, anualmente el presupuesto estatal destinado a adquirir textos escolares que son distribuidos en colegios públicos y particulares subvencionados asciende a alrededor de US$ 52 millones cada año. Por otro lado, en el caso del segmento privado, la Fiscalía estimó un gasto total de US$ 64 millones para el año 2018, equivalente a $ 160 mil por alumno para las familias que adquieren libros a través de este canal.
Además, la FNE detectó que existe una alta concentración en el mercado, que llega al 80% de las ventas en manos de dos empresas en el caso del mercado estatal. Asimismo, se observó que, en el caso del segmento privado de los textos escolares, las editoriales estarían obteniendo rentas supra competitivas, lo que se explicaría en parte por el problema de agencia que se produce debido a que quienes deciden qué textos se debe adquirir son las autoridades de los colegios y no los apoderados, sobre quienes recae la carga económica de la compra.
En concreto, se comprobó que un texto de similares características puede costar en promedio 29 veces más en el mercado privado que en el estatal, llegando a más de 40 veces en algunos casos, y que ello provoca que el segmento particular concentre 55% de las ventas de textos escolares medidas en valor, pese a que en unidades llega a apenas el 10%.
A modo de ejemplo, se menciona el caso de un texto de Lenguaje y Comunicación para 3° Básico de una determinada editorial, por el cual el Estado pagó $ 877 y cuyo símil fue vendido en el mercado privado por la misma editorial en $ 36.900. Es decir, el precio fue 42 veces superior para los apoderados de colegios particulares.
Asimismo, la Fiscalía observó la existencia de barreras de entrada en el mercado estatal, debido a que en el desarrollo de las licitaciones el oferente debe presentar una muestra completa del texto, lo que favorecería a la editorial que se hubiese adjudicado la licitación anterior de ese mismo texto. Además, se apreció un diseño deficiente de las licitaciones llevadas a cabo por el Ministerio de Educación para adquirir los libros.
Estas dos últimas razones podrían explicar que el promedio de editoriales que compitieron en las últimas tres licitaciones fuese de tres, y que en más del 45% de los procesos se presentaron dos o menos competidores.
Este análisis previo a la realización del estudio de mercado sustenta la hipótesis de falta de competencia que guiará la realización de este trabajo y que señala que “existen espacios tanto en el mercado estatal como privado de textos escolares que no se encuentran funcionando correctamente desde el punto de vista de la competencia, lo que estaría provocando que las condiciones comerciales a las que pueden acceder tanto el Estado como los consumidores no sean las óptimas, lo que sería atribuible a una baja intensidad de competencia en el mercado de textos escolares”.
“Decidimos estudiar el mercado de los textos escolares porque vimos que tanto el Estado como las familias destinan un elevado monto de su presupuesto a este ítem de la lista escolar y observamos altos niveles de concentración entre los proveedores. Junto con esto, también vemos oportunidades de mejoras en las licitaciones que realiza el Estado”, explicó el Fiscal Nacional Económico (S), Mario Ybar.
El Fiscal destacó también la trascendencia que la institución espera de este trabajo, señalando que “creemos firmemente que nuestra acción puede tener un impacto social bastante profundo, porque no es trivial el precio, el contenido y la calidad que tengan los textos escolares, que son un insumo clave en la educación de nuestros hijos. Este estudio va a abrir una oportunidad para encontrar formas de profundizar la competencia, para que así no sólo podamos acceder a precios más bajos, sino también a textos de mejor calidad”.
De acuerdo al calendario definido para este análisis, la versión final del estudio será publicada durante abril del próximo año, una vez que sean procesados los comentarios realizados por los interesados a la versión preliminar, que estará disponible entre febrero y marzo del 2019, es decir, cuando todos los padres ya habrán comprado los libros para sus hijos…