El Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO envió una misión de asesoramiento técnico al sitio de patrimonio mundial Oficinas Salitreras de Humberstone y Santa Laura, con el fin de realizar una evaluación de las medidas correctivas tomadas por el Estado de Chile para la conservación efectiva y permanente del bien, que se encuentra catalogado como Patrimonio Mundial en Peligro desde el año 2005.
La misión se desarrolló entre el miércoles 5 y este viernes, y estuvo a cargo de un experto designado por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS, por sus siglas en inglés), organismo consultivo de la Unesco para sitios culturales de la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural.
Luego de esta visita, el Centro del Patrimonio Mundial emitirá un informe que será entregado al Estado de Chile con una serie de recomendaciones y conclusiones que guiarán las acciones futuras para asegurar una conservación y un manejo sostenible de las Oficinas Salitreras de Humberstone y Santa Laura, con el objetivo de poder sacar al sitio de la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro.
El Comité del Patrimonio Mundial, en julio del 2019, deberá examinar nuevamente el estado de conservación del bien, tomando en consideración lo dispuesto en las Directrices Prácticas para la aplicación de la Convención, la Declaración de Valor Universal Excepcional del bien, así como las recomendaciones específicas y conclusiones de la misión de asesoramiento técnico.
Visita y acciones del Estado
Según informó el ministerio de las Culturas y las Artes, el experto de la UNESCO estuvo acompañado por especialistas del Centro Nacional de Sitios del Patrimonio Mundial del Servicio Nacional del Patrimonio y funcionarios de la Corporación Museo del Salitre, entidad propietaria y administradora del Sitio.
Entre las actividades realizadas se cuentan reuniones con actores y autoridades locales ligadas a la gestión del Sitio, personal del Ejército del Fuerte Baquedano que colabora en labores de seguridad, además de visitas a las ex salitreras, sus principales inmuebles y a la zona de amortiguamiento, así como encuentros con la comunidad.
El Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, a través del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural y en representación del Estado Parte de Chile, ha liderado las acciones para el cumplimiento de las medidas y en reportes ya entregados ha señalado que la gran mayoría de ellas han sido atendidas, restando una minoría que se encuentran en pleno desarrollo y que se esperan concluir en el breve plazo.
Entre las medidas tomadas a lo largo de los últimos años se encuentran acciones para estabilizar y consolidar casi una treintena de edificaciones de ambas salitreras; el diseño completo e implementación inicial de un Plan de Conservación Integral; la adopción de medidas de seguridad que garantizan la protección física y conservación de los valores del Sitio, la implementación de un plan de manejo y sistema de gestión, articulado con los instrumentos de planificación locales y regionales.
Asimismo se han destinado recursos de manera sostenida y estable desde la Corporación del Salitre y del Estado para el manejo de este bien, se habilitó un Centro de Interpretación del Salitre y la Pulpería de Humberstone para la difusión y explicación de la cultura pampina y la ligada a la época de la extracción del salitre.
También destaca la protección de la zona: en mayo de este año se declaró parte del sector como Monumento Nacional en la categoría de Zona Típica, lo que en los términos de Unesco coincide con el área de amortiguamiento del Sitio.
El Valor Universal Excepcional de las Oficinas Salitreras de Humberstone y Santa Laura reside en su cualidad de ser el vestigio mejor preservado y más representativo de una serie de más de 200 oficinas salitreras que existían en la zona, constituyendo un testimonio excepcional del progreso tecnológico y los intercambios globales que eran característicos de la época industrial.
En este contexto geográfico bastante hostil, las oficinas acudieron a miles de personas que venían de Chile, Perú y de Bolivia desde 1880 para vivir y trabajar en ellas por espacio de sesenta años, a fin de extraer del yacimiento de salitre más grande del mundo el nitrato de sodio, fertilizante que transformó la agricultura en América y en Europa, proporcionando a Chile una riqueza considerable. Aquí forjaron la cultura comunitaria específica de los pampinos, caracterizada por su creatividad, la riqueza de su expresión lingüística, los vínculos solidarios entre sus miembros y su lucha precursora por la justicia social, que dejaría una honda huella en la historia de los movimientos sociales.