El general director de Carabineros, Mario Rozas, se refirió a la sensación de “ausencia” de policías uniformados en las calles para reprimir desórdenes, explicando que corresponde a una estrategia de persecución penal inteligente.
En este sentido, sostuvo que “estamos grabando todos los incidentes con drones y ya tenemos cerca de 511 personas detenidas por saqueos y tenemos ubicados más de 70 vehículos que participaron de ellos. Ahora viene todo lo que es la investigación penal, se están diligenciando unas órdenes de investigar, y ya a contar de hoy empezamos a detener gente y recuperar especies”.
Sobre esta singular manera de actuar, añadió que “estamos en un sistema procesal nuevo, donde el estándar de la prueba tiene una exigencia, por lo tanto, nosotros estamos realizando una persecución penal inteligente, en el sentido de que estamos usando la tecnología para poder ubicar y posteriormente detener a todos estos responsables”.
“De repente se aprecia como que hubiera un retardo, pero eso obedece a unas estrategias para poder asegurar la salida de operaciones para tener todas las garantías para poder proceder. Nosotros hoy día estamos evitando la confrontación cuerpo a cuerpo o dañar a las personas u otras cosas”.
Respecto a las grabaciones que dan cuenta de uniformados chocando personas en las manifestaciones, el excesivo uso de violencia e incluso la presunta violación sexual de un estudiante de medicina, el general director dijo que “hay todo un contexto en cada una de las situaciones y este sería las graves alteraciones del orden público que está sufriendo el país”.
“Acá nosotros no hemos generado ningún acto de violencia, al contrario, queremos restablecerlo (el orden)”, indicó. En la gran mayoría de los eventos “Carabineros hemos actuado en forma legal y reglamentaria”, expuso.
El general director espetó que “esa es una acusación que hace una parte, esta la parte de los carabineros. Los carabineros también tienen derechos”, por lo que rogó esperar la investigación correspondiente y que el tribunal condene. “No estamos formados para hacer el mal, jamás. Los derechos humanos son una cátedra importante y relevante en nuestra formación. Por eso que a mí también me agobia, porque es una acusación y se da por cierto”, concluyó.