La comisión de Derechos Humanos del Senado abordó esta tarde con expertos los efectos y daños que han provocado las bombas lacrimógenas y el agua usada en los carros lanzaguas, en la salud de las personas durante las movilizaciones de las últimas semanas.
Según consigna La Tercera, el doctor Roberto Machiavello, cirujano general, advirtió acerca del agua del carro lanzaguas de Carabineros, explicando que ha atendido a muchas personas que han presentado quemaduras producto de este líquido.
El facultativo expuso a la comisión que ” estas quemaduras no corresponden a una reacción alérgica, sino a una quemadura grave que corresponde a un agente químico”. Es decir, el agua que tiene el carro lanzaguas posee algún compuesto que está provocando quemaduras químicas.
“Las quemaduras químicas son quemaduras graves, porque el agente químico tiende a permanecer en el sitio”, agregó.
Las personas que son alcanzadas por el carro lanzaguas suelen permanecer con la ropa mojada hasta que logran retornar a sus casa, explicó, lo que hace que la quemadura siga profundizándose.
Haciendo uso de fotografías, el experto sostuvo que a diferencia de las quemaduras de grado 1 -que corresponden a una quemadura solar – estas lesiones químicas que han reportado las personas son graves y no solo pueden dejar en una instancia secuelas estéticas, sino también secuelas funcionales. Por ejemplo, señaló, si deja una cicatriz en la mano, puede dañar la función de ésta.
“Si afectan a un niño o a un adulto mayor, pueden ser mortales”, advirtió.
En los casos que exhibió, eran comunes las quemaduras en los tobillos – producto de las zapatillas que permanecían mojadas – y alrededor de la cintura. Además de la zona genital por la ropa interior que también permanece en contacto directo con la piel.
“Se va generando un patrón de casos que nos va dando luces de que no son hechos aislados”, indicó el experto. En este sentido, los efectos de químicos en el agua “provoca efectos tardíos, de dolor, de sobreinfección”. Por tanto, no corresponde al objetivo con el que actúa Carabineros, que es que el carro lanzaguas sea un elemento disuasivo.
Aunque recalcó que “es muy importante saber cuál es la composición” del agua, al mimo tiempo sostuvo que -al igual como sucedió con el uso de los balines- se debe detener su uso a la brevedad. “Esto ya está quemando, no debemos esperar a saber la composición para tomar una medida al respecto”, afirmó el experto.
Nuevo protocolo en la Posta Central
Sobre este mismo tema, el presidente del Departamento de Derechos humanos del Colegio Médico, Enrique Morales, informó que si bien en un comienzo de las manifestaciones hubo casos aislados de personas quemadas por el agua del carro lanzaguas, en las últimas semanas estos se incrementaron.
“Dada la cantidad de personas quemadas, debe haber algo adicional en el carro lanzaguas que provoca quemaduras masivas, un compuesto químico“, agregó. “Esto es particularmente grave porque debería tener esta información los servicios de urgencia”.
Al respecto, indicó, en la ex Posta Central debieron hacer un protocolo especial que apunta específicamente a atender a pacientes en este tipo de situación.
Morales fue enfático en plantear que es muy importante que se aclaren los compuestos que tienen el agua del carro lanzaguas para provocar este tipo de quemaduras, además del gas verde y amarillo que se ha visto en algunas manifestaciones como elemento disuasivo. Para esto, enviaron una carta al Instituto de Salud Pública (ISP) a fin de aclarar mediante algún estudio independiente estos compuestos.
Gas lacrimógeno
En cuanto al gas lacrimógeno, la Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, sostuvo que pese al protocolo que tiene Carabineros -que indica que solo pueden utilizar este tipo de elemento disuasivo en última instancia-, se ha reportado su uso en colegios y hospitales y contra niños y adolescentes.
Waldo Wilkinson, del Departamento de Derechos Humanos del Colegio Médico de Chile también advirtió sobre la presencia de dos nuevos gases que se han hecho presente en manifestaciones.
El primero es de color amarillo y, de acuerdo al expero, “está prohibido”, ya que tiene un 27% de arsénico y puede envenenar agua y alimentos que estén descubiertos, y que puede causar la muerte.
El gas verde, en tanto, también está prohibido ya que se usa en contextos bélicos. Su uso reviste especial peligro pues se han reportado casos de disfunción hepática en militares, indicó.