Por los delitos de asociación ilícita y tráfico ilícito de estupefacientes fueron condenados los miembros de una organización criminal que en noviembre del año pasado fueron detenidos con más de 968 kilos de droga, tras la investigación liderada por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Fiscalía de Tarapacá y la Brigada Antinarcóticos Iquique de la Policía de Investigaciones (PDI).
Durante ocho días, el fiscal Carlos González presentó los testimonios de los funcionarios policiales que estuvieron a cargo del caso bajo la dirección de la Fiscalía y dieron cuenta de los seguimientos e interceptaciones telefónicas realizadas durante el año que duró la investigación, y que permitieron acreditar la existencia de una asociación ilícita liderada por la acusada Celinda Mamani Challapa, quien gestionaba la importación de las sustancias ilícitas desde Bolivia hasta Chile por pasos no habilitados, dando instrucciones a los miembros de la organización y manejando los recursos financieros de la organización.
La agrupación estaba integrada además por su hijo, Neftalí Mamani Mamani, como segundo líder y que estaba dedicado a reclutar gente de confianza y al desarrollo logístico de la organización; por la pareja de Celinda, el ciudadano boliviano Delfín Choque Plata, quien ejercía un mando medio participando como transportista, conductor y capataz de los inmuebles de la asociación; y por Alex Ticuna Flores, brazo operativo dedicado a la conducción de camiones y vehículos dentro de la estructura criminal.
También formaban parte de esta organización los acusados Sebastián Orellana Martínez, Fabián Rodríguez Martínez y Nicolás Gutiérrez Puás, quienes se dedicaban a la conducción de los vehículos que transportaban la sustancia ilícita hasta la ciudad de Santiago; y Marcelino Negreti Quispe, quien participaba en tareas de orden menor, como conducir vehículos desde Alto Hospicio hasta la parcela de Copiapó, y enterrar sustancias ilícitas en las cercanías de esta ciudad.
Para desarrollar las operaciones de tráfico de drogas, los acusados usaban diversos vehículos para trasladar la mercadería entre la zona altiplánica de la Primera y Tercera regiones hasta las inmediaciones de Copiapó, lugar donde mantenían uno de sus centros logísticos de operaciones, correspondiente a una parcela ubicada en el sector de Piedra Colgada. Una vez acopiada la sustancia ilícita en las inmediaciones de esta parcela, la droga era entregada por todos los acusados a los transportistas, para que la trasladaran hasta su destino final en la Región Metropolitana.
Al momento de su detención, a la organización se le incautaron 851 kilos 299 gramos de cocaína base y 117 kilos 32 gramos de clorhidrato de cocaína.
Terminado el juicio, el tribunal resolvió condenar por el delito de asociación ilícita a Celinda Mamani Challapa y Neftalí Mamani Mamani a las penas de 14 años de presidio; a Fabián Rodríguez Martínez a 8 años de presidio; a Alex Ticuna Flores y Delfín Choque Plata a 7 años de presidio; y a Sebastián Orellana Martínez, Nicolás Gutiérrez Puás y Marcelino Negretti Quispe a 5 años y un día de presidio.
Por el delito de tráfico ilícito de estupefacientes, Celinda Mamani, Neftalí Mamani y Marcelino Negretti fueron condenados a 5 años de presidio; Fabián Rodríguez, Alex Ticuna, Sebastián Orellana, Nicolás Gutiérrez y Robinson Salazar a 8 años de presidio; y Delfín Choque a 10 años y un día de presidio.
Además, Celinda Mamani y su hijo fueron condenados a pagar cada uno una multa de 400 Unidades Tributarias Mensuales (UTM) y el resto de los imputados deberán pagar 40 UTM.
También a petición de la Fiscalía, se decretó el comiso de 23 camionetas y vehículos que eran utilizados en el traslado de la droga y/o fueron adquiridos con las ganancias del negocio ilícito, y más de 15 millones de pesos que se les había encontrado al momento de su detención.