“No voy a ir porque estoy en mi región, el Biobio”, sentenció la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe al comunicar que no asistirá a la ceremonia de promulgación de la reforma constitucional que posibilita la realización de un plebiscito para que los chilenos definan si quieren o no una nueva constitución y cuál mecanismo para redactarla.
Cabe recordar que el gremialismo fue el sector más reticente a firmar el acuerdo por la paz social y una nueva constitución el pasado 15 de noviembre, pero cedió y lo hizo en el entendido de que se respetara lo convenido en el texto suscrito por el oficialismo y parte de la oposición.
No obstante, la semana pasada Renovación Nacional y Evópoli dieron sus votos al proyecto que establece paridad de género y cuotas de representación para las etnias y los independientes, lo que desató la molestia de la UDI y el congelamiento de su participación en Chile Vamos, arguyendo que sus socios no respetaron la palabra empeñada.
Esta fricción se agudizó durante el fin de semana, con declaraciones cruzadas de parlamentarios del bloque oficialista, ya que los timoneles de RN, diputado Mario Desbordes, y de Evópoli, Hernán Larraín Matte, insistieron en que no faltaron al acuerdo.
Ambos concurrirán este mediodía a La Moneda para acompañar al Presidente Sebastián Piñera en el acto que marca el primer paso para el proyecto constituyente, y al que también asistirán los jefes de la Democracia Cristiana (DC), Fuad Chahin, y del Partido por la Democracia (PPD), Heraldo Muñoz, quienes destacaron la importancia de este momento histórico.
Su par del Partido Socialista (PS), senador Álvaro Elizalde, en cambio, se restó de la cita.
En la vereda del Frente Amplio, no fue distinto el escenario, ya que los también suscriptores del acuerdo que permitirá realizar el plebiscito el 26 de abril de 2020, Revolución Democrática (RD), Comunes y el Partido Liberal, tampoco participarán.