“Tenemos que ver cuál es la mejor opción de sancionar a un juez o jueza que, por sus ideologías, se transforma en un peligro para la sociedad”. Esas fueron las frases emitidas por la subsecretaria de la Niñez, Carol Bown, quien dijo, en el marco del Caso Ámbar, que había que sancionar a la ministra de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Silvana Donoso, una de las integrantes de la Corte que otorgó libertad condicional a Hugo Bustamante, principal sospechoso del asesinato de la joven.
De inmediato la autoridad se llenó de críticas, principalmente por dejar abierta la puerta a una fiscalización del Poder Ejecutivo al Poder Judicial, entes que son independientes y autónomos entre sí. Por eso, este lunes el Gobierno cerró de plano esa puerta, manifestando su respeto “irrestricto” a la separación de poderes del Estado.
Uno de los que afirmó esto fue el ministro de la Segpres, Cristián Monckeberg, quien insistió en esta separación.
Según el secretario de Estado, desde el Gobierno, en declaraciones emitidas a Radio Cooperativa, tienen “el respeto más irrestricto a la separación de poderes, eso de todas maneras, cada uno en su función, sino que también el respeto irrestricto de lo que se va señalando por cada uno de ellos, cada uno en función Ejecutiva, Legislativa y Judicial”.
En esa línea, indicó que “los fallos a uno le pueden gustar o no le pueden gustar, pero los fallos se acatan, no se comentan y, si no me gustan, está la posibilidad de reclamarlos vía judicial y eso es la postura del Gobierno”.
“Evidentemente la subsecretaria, quizás en el apasionamiento del debate, hizo planteamientos como los que se señalan, pero ella misma posteriormente planteó su postura y aclaró sus dichos en lo que dice relación a la separación de poderes y el respeto de cada uno y en eso estamos absolutamente de acuerdo”, sostuvo.
“Esa es la postura del Gobierno y en eso no nos vamos a mover una coma, porque es lo que corresponde además, sobre todo cuando se administra justicia, que es muy delicado, sobre todo porque tiene consecuencias importantes, por tanto, esos fallos y decisiones hay que respetarlas (…). Nosotros como Gobierno no estamos para comentar fallos y decisiones y, si no me gustan (…), ahí están las vías judiciales”, recalcó.
En tanto, el ministro de Justicia, Hernán Larraín, también cuestionó los dichos de Bown. Cabe destacar que el mismo día de las declaraciones de la subsecretaria de la Niñez –dependiente del Ministerio de Desarrollo Social– el ministro Larraín había asegurado que “los jueces en ese minuto operaron bajo las reglas del juego vigentes”.
“Desde el punto de vista del Gobierno, quien se relaciona con los tribunales de Justicia, con el Poder Judicial, es este ministerio. Y este ministerio respeta plena y absolutamente la separación de los poderes y las determinaciones que los jueces hacen en el ejercicio de sus funciones”, sostuvo el titular de Justicia.
El Gobierno reforzó su postura tras dichos de subsecretaria Bown: “Nosotros no vamos a poner nunca en duda la independencia de los poderes”.
Para agregar que “no haremos comentarios específicos de lo que un magistrado quiera hacer, por el contrario, respetamos las decisiones que adopten los tribunales de justicia”.
Otro que cuestionó las palabras de la subsecretaria Bown fue el vocero, Jaime Bellolio, quien dijo a Radio Concierto que “nosotros no vamos a poner nunca en duda la independencia de los poderes, tanto del Judicial, así como del Legislativo”.