La Mañana por Paulina

    Con ceremonias de ascenso personalizadas se invistió a funcionarios de Gendarmería

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    En ceremonias personalizadas distinta a los años anteriores y con toda la atención centrada en el funcionario ascendido a un nuevo grado, se cumplió con los actos individuales de la investidura, tradicional acto que está arraigado en la vida de cada contingente de Gendarmería de Chile.

    Por tal motivo se cumplió con el acto especial en la oficina del director regional, coronel Luis González Báez, donde funcionarios lograron un peldaño más en su carrera institucional. Fue así como se cumplió con la ceremonia de ascenso a sargento segundo del cabo primero, Pedro Valenzuela. Su esposa, Valeria Carreño Cárdenas, le acompañó e invistió junto a la autoridad penitenciaria.

    Luego correspondió a la gendarme, Silvia Rivas, quien ascendió a cabo. Le acompañó su esposo, Francisco Orellana.

    Posteriormente el cabo primero, Néstor Cifuentes, ascendió a sargento segundo. Lo mismo ocurrió con la cabo segundo, Ruth Salinas. Fue investida a sargento segundo por el coronel Luis González, junto al padre de la funcionaria, Oscar Salinas. Ambos recibieron el sable de mando.

    Al grado de suboficial mayor fue investido Helmuth Espinoza, por el coronel, Luis González, junto al cabo Joel Rodríguez.

    En tanto que el cabo primero, Julio Toledo, ascendió a sargento segundo, recibiendo de manos del director regional, el sable de mando, que significa mayor responsabilidad en las funciones encomendadas, resaltando la leyenda de “no me desenfundes sin razón, ni me guardes sin honor”.

    Respecto a la ceremonia el director regional, coronel Luis González, expresó que “a raíz de la contingencia que nos afecta no podemos hacer actos masivos, pero no quisimos estar ajenos al ascenso de nuestro personal, creo que es importante destacarlos, estimularlos y felicitarlos por sus logros”. Dijo que esas son tradiciones en Gendarmería las cuales no pueden dejarse de lado y cae en ellos la responsabilidad de poder mantenerlas en el tiempo, respetando la mística y la tradición que se mantiene durante los años.

    “Tuvimos que reconvertirnos, ocupamos la oficina de este director regional y se felicitó a cada uno de los ascendidos en días diferentes. Por eso vaya para todos los ascendidos mis felicitaciones, por su nuevo logro en la carrera funcionaria”.

    La felicidad de todos los homenajeados se reflejó en sus rostros, pese a ser una ceremonia muy distinta, pero tuvo una ventaja al ser personalizada, por tanto toda la atención estuvo centrada en la persona que ascendió en el día asignado. Además, conversaron de diversos temas recordando los primeros pasos en la escuela institucional y hubo más relajo y se pudo conocer al funcionario en la forma más personal.

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