Más que complejo es el panorama actual de los municipios de todo el país ante las graves consecuencias económicas que han venido de la mano del Covid-19. A lo largo de Chile, las comunas afrontan situaciones adversas y la ciudad de Arica no ha estado exenta de esta problemática.
Con la merma de más de 3.000 millones de pesos a las arcas municipales al 1 de agosto, la Municipalidad de Arica se encuentra en una encrucijada que no había sufrido durante años, una situación que, para la presidenta de la Comisión de Presupuesto del Concejo Comunal, Miriam Arenas, aún no ha llegado a un punto de “no retorno”.
“Tenemos un problema al igual que todas las municipalidades de Chile. Esto no es un problema que tiene especialmente la Municipalidad de Arica, los egresos son más que los ingresos en estos momentos. Estamos gastando más de lo que nos entra, porque además todos sabemos que, sobre todo en Arica, no estamos recibiendo dineros importantes como los de los casinos, las patentes con las distintas facilidades que se han dado. El gasto ha sido mayor porque se ha tenido que ir en ayuda de la población, ayuda a grupos etarios muy vulnerables y que debemos ayudar, porque es lo que corresponde”, expresó.
El presupuesto municipal fue discutido durante la última Comisión de Presupuesto, oportunidad en la que participaron los concejales Luis Malla, Jorge Mollo, Jaime Arancibia y Miriam Arenas. La concejala Arenas indicó que, si bien hoy existe un desequilibrio económico importante a nivel comunal, Arica no está frente a un problema sin solución, siendo fundamental la implementación de una estrategia económica que desde ya es trabajada por la gestión del alcalde Gerardo Espíndola.
“Hay que ir rebajando algunos ítems en algunas direcciones, de cosas que a lo mejor pensábamos que podían tener inversión, pero que hoy no podemos gastar porque la Municipalidad no está trabajando normalmente, con la mayoría de los funcionarios trabajando desde sus casas. Podría haber una rebaja en diversos sectores”.
Arenas agregó que el actual presupuesto, que consideraba en un principio más de 43.000 millones de pesos en inversión, fue desarrollado bajo un contexto de normalidad. Dicho presupuesto hoy es imposible de llevar a cabo, dado a las cuantiosas pérdidas monetarias sufridas por la Municipalidad y la necesidad de derivar fondos a áreas críticas como Salud y Desarrollo Comunitario.
“El actual presupuesto se hizo pensando en un año normal, y este año es todo menos eso, es un año de crisis. Esto ha afectado a todo el mundo, a nuestro país y a todos los municipios. He conversado con otros colegas, con alcaldes y alcaldesas que conozco, que hoy van a tener que juntar plata para pagar los sueldos. Personalmente, no estoy asustada, porque creo que nosotros todavía tenemos la posibilidad de hacer algunas rebajas en el presupuesto que no son imprescindibles”.
El 31 de agosto está agendada una sesión extraordinaria del Concejo Comunal, instancia que permitirá discutir el plan de acción correcto que permita equilibrar las arcas municipales, teniendo en consideración que la pandemia no aflojará en el corto plazo.