Luego de meses haciendo un llamado al Gobierno central a ocuparse de la grave situación migratoria que vive la ciudad, el alcalde de Arica, Gerardo Espíndola Rojas, finalmente escuchó las medidas destinadas a analizar la problemática en las fronteras para generar resoluciones que impidan el creciente flujo de ingresos ilegales a nuestro país.
Al respecto, el jefe comunal señaló que “es algo que veníamos pidiendo hace bastante tiempo y espero que no venga con letra chica. Es decir, que no se refuerce la frontera con recursos de la región, como más carabineros, pero sacando contingente de la ciudad. Resguardar la frontera de este modo, dejaría desprovista la ciudad en materia de seguridad, sería totalmente injusto y (demostraría) que el Gobierno no entiende o el Estado permanece ausente, en una ciudad como la nuestra donde terminamos responsabilizándonos nosotros como comuna, como región, de la administración de la frontera”, exclamó el jefe comunal de Arica.
Dicho anuncio, surge tras el descontrol que vive la situación migratoria en el norte grande del país, sectores que viven cientos de ingresos ilegales diariamente y que dejan en evidencia la vulnerabilidad de las fronteras con Perú y Bolivia.
Asimismo, Espíndola recalcó que las acciones llegan de manera tardía, enfatizando la obligación del Estado de entregar garantías para las zonas extremas sin “letra chica”, como una eventual redistribución de recursos regionales, en términos materiales y de personal, en desmedro de una inyección del Gobierno a nivel central, para mejorar el control fronterizo.
300 ingresos ilegales al día
Según estimaciones realizadas por la oficina de Derechos Humanos de la Municipalidad de Arica, diariamente ingresan de manera ilegal a la ciudad, cerca de 300 extranjeros.
Este total descontrol, señaló Espíndola, no sólo deja en evidencia la fragilidad regional para el resguardo de nuestro país, sino que pone en tela de juicio el real control de otros ingresos ilegales como los de droga o armas.
“Vemos el tráfico de personas, pero existe otro tipo de tráfico que no observamos, que está ahí latente y pone en riesgo a la población; tráfico de drogas, de armas, de animales; hoy es más que patente la ausencia del Estado en la protección de nuestras fronteras. Por tanto, espero que esta medida de Gobierno sea con recursos nuevos y frescos y no afecte a los recursos de la región”, sentenció la máxima autoridad comunal de Arica.
Reiterados han sido los llamados del alcalde Espíndola por que el Gobierno garantice el resguardo de la frontera, labor que hoy recae en la región, pese a ser una problemática de Estado.
Además de vaticinar el ingreso masivo de migrantes por pasos no habilitados, Espíndola llamó al Ejecutivo a que sumaran a los gobiernos comunales fronterizos en la discusión de la nueva Ley de Migraciones, una solicitud que recibió oídos sordos, dejando de lado a los principales gestores del control migratorio, fuera de toda participación.