El expresidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000) regresará a la prisión de Lima, donde cumple una condena de 25 años de cárcel, tras dar negativo en una prueba de COVID-19 que se le practicó tras presentar baja saturación de oxígeno, informó este sábado su hija Keiko Fujimori.
“Con el resultado negativo de la prueba antígena de ayer, mi padre está regresando esta tarde a la Diroes”, señaló Keiko en un mensaje en la red social Twitter en el que se refirió a la sede de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional (Diroes), donde su padre cumple una sentencia por crímenes de lesa humanidad.
Keiko indicó que los familiares del exgobernante, que tiene 82 años, también están a la espera “de los resultados de todos sus exámenes y de la prueba molecular” para detectar COVID-19.
El expresidente fue llevado este viernes desde su prisión, en el distrito de Ate, a una clínica de Lima tras presentar baja saturación de oxígeno, al parecer causada por las distintas afecciones cardíacas que sufre, según comentó su médico de cabecera, el excongresista Alejandro Aguinaga.
Fujimori condenado a 25 años de cárcel
Desde que está en prisión, Fujimori es periódicamente trasladado a clínicas por diferentes males crónicos propios de su avanzada edad, tales como hipertensión arterial, una hernia lumbar, gastritis, fibrilación auricular paroxística y unas lesiones en la lengua, conocidas como leucoplasia, de las que fue operado hasta seis veces.
El exmandatario es el único preso en una cárcel construida expresamente para él dentro de la base policial de la Diroes, donde aún debe purgar unos doce años de condena, por lo que no saldría en libertad hasta 2033, cuando tenga 95 años.
Fujimori fue condenado en 2009 como autor mediato (con dominio del hecho) de los asesinatos de 25 personas, entre ellas un menor, en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), perpetradas por el grupo militar encubierto Colina.
También por los secuestros de un empresario y un periodista durante el autogolpe de Estado que dio en 1992, cuando disolvió el parlamento e intervino Fiscalía, judicatura y Tribunal Constitucional.
Al haber sido condenado por delitos de lesa humanidad, Fujimori no tiene beneficios penitenciarios como libertad condicional o el derecho a un indulto ordinario.