El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, volvió a pronunciarse este miércoles en contra de los confinamientos y otras medidas para atajar la expansión de la pandemia del COVID-19 y en favor de remedios sin eficacia comprobada contra el virus.
En un acto celebrado en la ciudad de Chapecó, en el sur del país, Bolsonaro repitió sus argumentos contra las medidas que restringen la actividad económica para contener los contagios y dijo “lamentar todas las muertes”, sin hacer mención alguna a la marca de 4.195 decesos por coronavirus registrada este martes en Brasil.
Con ese récord de muertes en 24 horas, el total de fallecidos por COVID-19 llegó a casi 337.000, con 13,1 millones de casos, en un momento en que la pandemia está lejos de ser controlada en el país.
En su discurso, Bolsonaro insistió en que así como es preciso “cuidar la salud”, también se deben “salvar los empleos” y enfatizó que, por esa razón, “jamás decretará un confinamiento nacional, como quieren muchos”, ni permitirá que las Fuerzas Armadas “vayan a la calle para encerrar a la gente en su casa”.
El mandatario se quejó de las críticas que le llegan a diario de la prensa y del campo científico. “Me dicen genocida”, reclamó el líder de la ultraderecha brasileña, para agregar que “el enemigo no es el presidente”, sino el virus.
“Creo en la ciencia, pero la ciencia muchas veces demora” y una sociedad “no puede quedarse encerrada en casa esperando a que llegue una solución del cielo”, enfatizó.
En ese marco, insistió en que la “política de cerrar todo” ha agravado el desempleo y la situación económica de los más pobres, que “ya no tienen comida en sus heladeras” y empiezan a sufrir de otros problemas, como depresión.
También reiteró su temor a que prolongar medidas que restringen la actividad económica lleve a “problemas sociales gravísimos” y “explosiones” populares que serían por “necesidad” y no “maldad”, y “deben ser evitadas” combatiendo al virus de forma “rápida”.
En ese sentido, volvió a defender la utilización de medicamentos de eficacia no comprobada frente al COVID-19, como el antipalúdico cloroquina o el antiparasitario ivermectina.
“Yo sufrí COVID. Tomé medicamentos, todo el mundo sabe cuáles, y al día siguiente estaba bien”, insistió Bolsonaro, quien subrayó que un médico debe tener “libertad” para recetar o no esos remedios, aún cuando la ciencia no ha demostrado su eficacia.
“Tenemos que tener coraje para decidir” e impedir que muchos caigan en “la depresión, la falta de esperanza y se agraven otras enfermedades”, declaró Bolsonaro, quien en todo de queja afirmó: “Parece que en Brasil sólo tenemos COVID”.
Bolsonaro dice que “jamás decretará confinamiento nacional”, pese a que Brasil superó las 4 mil muertes diarias
El mandatario afirmó que la "política de cerrar todo" ha agravado el desempleo y la situación económica de los más pobres. Además, volvió a defender el uso de medicamentos de eficacia no comprobada frente al COVID-19.