El diputado por el distrito 2 de la región de Tarapacá, Rubén Moraga, visibilizó la situación que vive el sindicato 2 de Cosayach tras 5 años de espera para negociar con su empleador, vulnerando sus derechos laborales.
El parlamentario se reunió el pasado viernes en la comuna de Pozo Almonte con Cristian Díaz, presidente del sindicato número 2 de trabajadores de la minera Corporación de Desarrollo del Norte, Cosayach, Compañía de Salitre y Yodo.
En el encuentro, el dirigente sindical expuso la lucha incansable que han dado por respuestas de parte de la empresa, ante un petitorio que fue entregado en 2017, y que a pesar de estar en tribunales, aseguró que sólo ha sido objeto de excusas y aplazamientos.
“Hablaremos con los abogados que llevan la causa, ya que se requieren acciones más concretas para enfrentar a la empresa que tiene todas las de ganar, porque hay una legislación laboral que no protege al trabajador, sino al empresario. Esto tiene que cambiar con la acción de los trabajadores, a través su organización”, comentó el parlamentario comunista.
Agregó Moraga que “estas prácticas antisindicales las vemos expresadas con la atomización del mundo laboral y con la postergación de la negociación colectiva, donde hay una indolencia de la empresa al llevar esta situación al extremo”.
El sindicalista Díaz, agradeció al diputado la posibilidad de dar a conocer esta problemática, pues, según sus palabras, “tribunales sigue entorpeciendo el proceso y dilatándolo, invisibilizando nuestro problema”.
“Tenemos demandada a la empresa desde el 2018, y el abogado se ha abocado a dilatar el proceso en tribunales, alegando ciertas causas que hoy permite el estado de excepción. Esto, en desmedro de la capacidad negociadora del sindicato que, hoy en día, permite negociar cada 2 ó 3 años según el código del trabajo, y nosotros llevamos 5 años sin poder negociar con la mandante”, precisó.
Díaz explicó que el sindicato redujo considerablemente su cantidad de asociados, contando hoy con sólo 13 socios, pues la empresa habría utilizado como estrategia la división de éstos para debilitar el movimiento, lo que también es catalogado como una práctica antisindical.
