Una dura crítica a la nueva Ley de Migraciones promulgada este fin de semana en Iquique por el presidente Piñera, formuló la Cátedra de Racismo y Migraciones de la Universidad de Chile, al considerarla una ley racista.
La declaración señala que “el gobierno de Chile corona tres años de instrumentalización de la política migratoria y de discriminación de carácter racista contra las personas migrantes frente a la ciudadanía nacional, consolidando un relato donde iguala narcotráfico y delincuencia internacional con migración indocumentada, y vuelve a subrayar la condición de ilegalidad para referirse a las personas”.
El texto añade que “esta puesta en escena nuevamente deja ver la insistencia por establecer una división entre el buen migrante y el mal migrante, lo que busca dirigir la mirada de todo el país hacia la supuesta amenaza que contendría la migración”.
Acusan que el gobierno en su relato no considera que los datos de contribución neta que genera la migración para la economía nacional ni que menos de 1% de las personas migrantes cometan delitos, ni la contundente evidencia científica que muestra que el ingreso clandestino es consecuencia, en gran medida, de las decisiones tomadas por el propio gobierno en la gestión de la frontera.
Los académicos también sostuvieron que “el discurso estuvo cargado de exigencias y amenazas. Es la expresión concentrada de un racismo institucional, con un tono amenazador contra la migración irregular que es tratada como perversa; agradecimientos a las fuerzas militares y a las policías; indiferencia ante las autoridades locales, municipales y poblaciones de la zona que han intervenido en situaciones de acogida, generalmente sin apoyo; suposición de que hay malas intenciones o poca sinceridad en la migración”.
En este punto, recordemos que la autoridad comunal, el alcalde Mauricio Soria no fue invitado a la ceremonia y que de hecho, se enteró por la prensa de la vista del mandatario.
Por último, la declaración finaliza diciendo “Así actúa el Gobierno frente a un “otro” que entiende como un “enemigo” que sigue siendo útil para explotar o para maltratar. Esto es racismo. Esto es violencia. Esto es no considerar que hombres, mujeres, niños y niñas de la migración tienen derechos humanos”.