España ha devuelto ya a Marruecos a unas 7.000 de las más de 8.000 personas que entraron de manera irregular a principios de semana en la ciudad española norteafricana de Ceuta, principalmente a nado, en la crisis migratoria más grave que ha enfrentado el país, se informó este sábado.
Según la Delegación del gobierno español en Ceuta, el número devoluciones se ha ido incrementando en las últimas horas, después del acuerdo alcanzado entre los dos países para que se produjera el retorno de las miles de personas que habían entrado en la ciudad.
Junto a los que son obligados a regresar, en la frontera se han presentado decenas de jóvenes que llegaron irregularmente y han optado por retornar voluntariamente a su país.
Esa llegada masiva recrudeció la crisis diplomática entre los dos gobiernos, originada por la entrada en España del líder del Polisario, Brahim Ghali, para recibir asistencia médica en un hospital.
Los servicios sanitarios de Ceuta atendieron a 516 de esos inmigrantes marroquíes, uno de los cuales falleció ayer en el hospital Clínico, tras sufrir una caída de diez metros. Otras dos personas murieron cuanto intentaban llegar a la ciudad española.
Mientras tanto, las autoridades de Ceuta se preguntan qué hacer con cientos de niños marroquíes, desorientados y alejados de sus padres. “No estamos en disposición aún de decir cuántas personas entraron en Ceuta. Se estima que fueron entre 8.000 y 10.000, y parece que 6.600 han regresado a Marruecos”, la mayoría expulsados por la policía española, dijo la vicepresidenta de la ciudad española, Mabel Deu.
La mayoría de esos migrantes llegaron a nado, y otros en embarcaciones inflables. Fuentes del gobierno apuntan a que dentro del total había 1.500 menores de edad.
Niños fueron engañados
El viernes, Ceuta tenía 438 niños y adolescentes a su cuidado en dos centros, y estaba ya preparando un tercero, detalló Mabel Deu, reconociendo que había aún “bastantes cientos de personas deambulando” por la ciudad. Muchos están durmiendo al raso en parques y portales de edificios, sin dinero y hambrientos, y al parecer fueron engañados sobre la intención de su viaje.
“Cuentan que venían a Ceuta de excursión”, a “ver un partido de fútbol con Cristiano Ronaldo”, añadió Deu, quien acusó a las autoridades de Marruecos de orquestar en perjuicio de sus propios niños “una manipulación agresiva”, a fin de que fluyeran al enclave.
De momento, las autoridades de Ceuta tratan de localizar a los padres en Marruecos. El jueves abrieron una línea especial para las familias, que en las primeras 24 horas recibió más de 4.400 llamadas.
“Hay equipos que están trabajando mañana, tarde y noche para hacer esa búsqueda y esa entrega inmediata a su familia, porque así quieren los progenitores y así quieren los menores”, dijo Mabel Deu. “Muchos de ellos desde el primer día que se acogieron estaban llorando y queriendo volver a su hogar”.
España devolvió a 7.000 inmigrantes que entraron en Ceuta
Mientras, las autoridades del enclave norafricano español se preguntan qué hacer con cientos de niños marroquíes, desorientados y alejados de sus padres.