La Fiscalía brasileña abrió este lunes una investigación contra los organizadores de la marcha que reunió el sábado pasado en Sao Paulo a miles de motociclistas encabezados por el presidente Jair Bolsonaro, por incumplir las medidas sanitarias impuestas por la pandemia de coronavirus.
El fiscal de Sao Paulo, Arthur Pinto Filho, envió además un oficio al Ministerio Público Federal para que tome las “medidas que estime oportunas para investigar al presidente de la República y demás autoridades” con fuero privilegiado que participaron en el acto “Acelera para Cristo”.
El evento, alentado por Bolsonaro los días precedentes, reunió a unos 12.000 motociclistas en Sao Paulo, según las autoridades brasileñas, pese a las restricciones vigentes en la región por la covid-19, que ya ha matado a casi 490.000 personas en el país.
El mandatario, líder de una extrema derecha que desdeña la gravedad del coronavirus, comandó la caravana de motos sin usar mascarilla, cuyo uso censura y hasta llegó a poner en duda su eficacia contra el SARS-CoV-2.
Bolsonaro “actuó como siempre actúa al no respetar las reglas vigentes de tránsito (consta que su moto tenía la matrícula tapada y que utilizó un caso irregular), violar” las normas “que tienen por objeto aminorar los efectos de la pandemia, criticar las mascarillas y el distanciamiento social, etc”, indicó el fiscal.
“Gran parte de los organizadores y participantes del acto se comportaron de la misma forma: violaron las leyes y decretos que están en pleno vigor en el estado de Sao Paulo, incumpliendo completamente lo pactado en la reunión previa con la Policía”, completó.
En este marco, la Fiscalía citó como uno de los principales organizadores a Jackson Vilar, comerciante, reconocido ‘bolsonarista’ y quien ya tuvo que declarar ante la Policía tras liderar en marzo una protesta en la casa del gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, máximo adversario de Bolsonaro en el campo conservador.
La investigación servirá ahora para “investigar debidamente” los hechos en torno a la caravana en moto y “tomar, a posteriori, las providencias necesarias” dentro de la esfera civil, indicó el Ministerio Público de Sao Paulo.
Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército, ya encabezó este año caravanas de motociclistas en Brasilia y Río de Janeiro, también en mitad de la pandemia, y, según anticipó, piensa repetir en otras capitales regionales del país, como Porto Alegre (sur).
Con casi 490.000 muertes y 17,5 millones de infectados, Brasil es el país de Latinoamérica más castigado por el nuevo coronavirus, el segundo del mundo con más muertes y el tercero con más contagiados, después de Estados Unidos y la India.
