La Mañana por Paulina

    Nuevas evidencias indican que una importante corriente oceánica está al borde del colapso

    Según las investigaciones actuales, las corrientes oceánicas en el Atlántico pueden haber perdido tanta estabilidad que este sistema podría colapsar. Estas son, entre otras, responsables del clima templado en Europa.

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    Un sistema de corrientes del Golfo está cambiando de forma que podría afectar drásticamente al clima en Europa y en todo el mundo, según una investigación científica.

    Este es el resultado de un estudio publicado en la revista Nature Climate Change, que fue presentado los primeros días de agosto por el Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK), que advierte de las consecuencias para los sistemas meteorológicos de todo el mundo.

    Circulación Meridional de Vuelco del Atlántico (AMOC)

    El estudio trata de la Circulación Meridional de Vuelco del Atlántico (AMOC), a la que también pertenece la Corriente del Golfo.

    Ocean circulation plays an important role in absorbing carbon from the atmosphere

    Como el AMOC redistribuye el calor, influye en los patrones climáticos a nivel mundial. Un colapso enfriaría sustancialmente a Europa y tendría un fuerte impacto en los sistemas monzónicos tropicales.

    “La AMOC transporta masas de agua cálida desde los trópicos en la superficie del mar hacia el norte y agua fría en el fondo del mar hacia el sur, lo que tiene gran importancia para las temperaturas relativamente suaves en Europa”, explicó el PIK.

    “El AMOC es uno de los sistemas de circulación más importantes de nuestro planeta”, explicó el autor del estudio, Niklas Boers, del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam, la Universidad Libre de Berlín y la Universidad de Exeter.

    La AMOC, “más débil que en cualquier momento de los últimos mil años”

    Señaló que, en la historia de la Tierra, la AMOC ya ha adoptado un estado alternativo, mucho más débil, además del estado fuerte actual. Entre estos dos estados, “en principio, también son posibles las transiciones bruscas”.

    Según el estudio, el sistema actual es “más débil que en cualquier momento de los últimos mil años”. Según Boers, hasta ahora no estaba claro si esto solo iba acompañado de un cambio en el estado medio de circulación o de una pérdida real de estabilidad dinámica.

    “La diferencia es crucial”, subrayó Boers, porque una reducción de la estabilidad dinámica significaría que podría producirse una “transición al modo de circulación débil, que probablemente sea irreversible en la práctica”.

    “El sistema de circulación podría colapsar”

    Según Boers, varias líneas de evidencia sugieren que el debilitamiento “probablemente significa la aproximación de un umbral crítico más allá del cual el sistema de circulación podría colapsar”.

    El estudio señala otros factores que se sumarían a los efectos directos del calentamiento del Atlántico sobre su circulación. Entre ellas se encuentran las entradas de agua dulce procedentes del deshielo de la capa de hielo de Groenlandia, del deshielo del mar, del aumento de las precipitaciones y del agua de los ríos.

    El agua dulce reduce la tendencia del agua del Atlántico Norte a hundirse desde la superficie hasta mayores profundidades, lo que constituye uno de los motores de la agitación.

    “No habría esperado que las cantidades adicionales de agua dulce que fluyeron hacia el océano durante el último siglo provocaran ya una respuesta de AMOC de este tipo”, explicó Boers.

    Por lo tanto, los modelos existentes “necesitan urgentemente ponerse en consonancia” con las observaciones disponibles “con el fin de evaluar hasta qué punto la AMOC sigue estando realmente lejos del umbral crítico”.

    Aunque la importancia respectiva de los distintos factores debe ser investigada más a fondo, en cualquier caso, están “relacionados con el cambio climático inducido por el hombre”.

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