El delegado provincial del Tamarugal, Natan Olivos se refirió esta mañana a la crisis migratoria que vive la región de Tarapacá y las medidas anunciadas recientemente para atender la situación.
Al respecto, indicó que el tema migratorio tiene dos grandes aristas, “la crisis propiamente tal, que nace en una crisis política, social y económica con la dictadura instalada en Venezuela y con 5 millones y medio de venezolanos obligados a salir de sus país. Siendo venezolanos el 95% de los migrantes que ingresan a Chile”. Lo que genera crisis con el ingreso irregular en la frontera y que debiera abordarse con las normativas existentes, explicó Olivos.
Comentó que enero-febrero de este año hubo un peak de ingresos, con más de 4 mil ingresos mensuales, pero que con el Plan Colchane en febrero el ingreso bajó en forma sistemática. “En mayo fue uno de los puntos más bajos con aldedor de 150 ingresos solamente. Se empieza activar en agosto y en septiembre con un flujo mucho mas importante de manera irregular”, sostuvo Olivos.
La segunda arista del tema migratorio, explicó Olivos, es el tema humanitario. Sobre este punto detalló que en este minuto funciona en la iglesia de Colchane un albergue con apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones y que al alcalde Javier García junto con la UNICEF en junio le solicitaron al alcalde un lugar para atender a los niños y niñas, sin recibir respuesta a la fecha. Por lo que ahora el centro de primera acogida para niños, niñas y adolescentes y sus familias se instalará en un terreno de Zona Franca.
Consultado sobre la tardanza en las medidas anunciadas ayer por el gobierno, respecto a los centros de acogida en Colchane e Iquique y reforzamiento de la frontera, indicó que “no, yo creo que mirarlo desde ese punto de vista es simplificar un punto. Esto tiene que ser una mirada mucho más global, lo que podríamos decir es que todos llegamos tarde. En nuestra historia, en general, tendemos a ser mucho más reactivos que proactivos”.
Agregó que estas medidas no son suficientes para enfrentar la crisis migratoria e hizo un llamado a que todo el Estado esté en sintonía con el tema humanitario y migratorio, puesto que el ingreso irregular “no se soluciona sólo con más contingente en la frontera, sino que son muchas acciones que lleven a desincentivar querer ingresar a nuestro país”.
En este sentido aclaró que hay que hacer valer la ley, con herramientas como las expulsiones. Aquí se detuvo para reclamar porque la Corte Suprema ha frenado algunas resoluciones de expulsión emitidas, aceptando recursos de protección. “Si una ley se vuelve inútil, va finalmente en desmedro de las leyes necesarias”, acotó.
Mencionó el artículo 131 de la nueva ley migratoria, referida a la reconducción, lo que permitirá que el fiscalizador en la frontera obligue al migrante a volver por donde vino. Precisó que están operativos artículos transitorios de la nueva ley de migración y que aún falta el reglamento para que ésta entre en función.
