Con el anuncio de la reapertura de fronteras para el próximo martes 4 de enero, el alcalde Gerardo Espíndola llegó a la delegación presidencial de Arica y Parinacota para coordinar acciones con el gobierno regional y esclarecer las principales inquietudes sobre los protocolos que se establecerán en materia sanitaria y de seguridad.
El jefe comunal había criticado que por segunda vez, las autoridades regionales se hubiesen enterado por la prensa de la fecha definitiva de reapertura de Chacalluta, no habiendo una mesa de diálogo previa que pudiera establecer pros, contras y desafíos a realizar desde la administración comunal.
Su principal preocupación con la reapertura de fronteras, especialmente dada la presencia de la nueva variante Ómicron, es que se cumpla con todos los protocolos que permitan mitigar al máximo algún brote de esta nueva variante o del Covid en la ciudad.
En este sentido, planteó que podría producirse un estrés sanitario, considerando la obligación que tendrán los pasajeros que transiten por Chacalluta de contar con un PCR de hasta 72 horas, lo que podría significar un aumento de la demanda de exámenes realizados en centros de salud familiar o en los Búsqueda Activa de Casos.
Asimismo, comentó que los recursos entregados desde el ministerio de Salud aseguran la participación municipal en la estrategia de Testeo, Trazabilidad y Aislamiento hasta el 31 de diciembre. Por lo que para el alcalde es crucial conocer si este financiamiento se extenderá para el 2022.
Finalmente, el alcalde dijo que el monitoreo permanente debe ser garantizado, a fin de evitar un aumento crítico de contagios en la región, por lo que le solicitó al delegado monitorear cada uno de los aspectos del espacio de salud, desde lo preventivo en la salud primaria como otros aspectos muchos más clínicos como es el hospital.
