Fue el 13 de noviembre del 2019 cuando el alcalde Gerardo Espíndola, por medio del ordinario 5.325, advirtió a la ministra de Educación de la época, Marcela Cubillos, la grave falta de recursos para la educación ariqueña, gastos cubiertos por el propio municipio sin ser su responsabilidad, pero bajo la premisa de que ningún niño, niña y adolescente podría quedar sin estudiar.
El alcalde comentó que el Programa de Integración Escolar (PIE) presentó un desembolso extra municipal de más de 2.166 millones de pesos entre los años 2016 y 2019, por concepto de contratación de técnicos y profesionales para atender a estudiantes sin cupos ministeriales, cifra que alcanzó los 790 en dicho período.
Espíndola explicó que “la situación que está viviendo hoy el Servicio Local de Educación Pública Chinchorro, al informar la desvinculación de un grupo importante de asistentes de la educación a cargo del PIE, ha generado una gran angustia en un número importante de niños, niñas, adolescentes y familias, siendo algo que el MINEDUC perfectamente puede haber evitado”.
El problema principal, aclaró el alcalde, recae en que los colegios particulares y particulares subvencionados, no están obligados a brindar el PIE, siendo los establecimientos públicos los encargados de garantizar la educación de alumnos con necesidades especiales. Es por ello que estos recintos han recibido más niños, niñas y jóvenes que los cupos que tienen disponibles por orden del MINEDUC, lo que obligó a contratar asistentes de la educación con recursos extraordinarios para brindar esa atención.
El jefe comunal agregó que “el problema es que el MINEDUC paga una subvención especial por estos niños, aunque sólo por siete estudiantes PIE por cada sala de clases, cinco permanentes y dos provisorios. El resto no recibe subvención, siendo hoy más de 200 niños los que no reciben subvención del Estado y ese es el problema, son niños que hoy están en riesgo”.
