Más de tres horas de conversación sostuvo el alcalde Gerardo Espíndola con dirigentes vecinales de 112 barrios, conjuntos habitacionales y condominios de Arica; en una reunión telemática de emergencia convocada por la municipalidad para tratar el aumento de la delincuencia y los hechos de sangre en la ciudad.
Falta de Carabineros en las poblaciones, problemas de iluminación, constantes robos de cables, personas en situación de calle, vehículos a exceso de velocidad, fueron algunas de las problemáticas enumeradas por las vecinas y vecinos, quienes plantearon al jefe comunal la necesidad de adoptar acciones para recuperar la sensación de seguridad en la comuna.
Si bien la seguridad pública no está en manos de ninguna municipalidad de Chile, la máxima autoridad comunal señaló que el alarmante incremento de hechos de violencia hace imperiosa la intervención municipal para transmitir el mensaje de las poblaciones a los representantes regionales. En este sentido, el equipo municipal elaborará un documento con inquietudes y principales necesidades a nivel ciudad, que será transmitido al gobierno entrante del presidente electo Gabriel Boric, una vez que asuman las nuevas autoridades regionales.
El jefe comunal señaló que estos problemas no los resuelve por sí solo el alcalde ni un dirigente vecinal, “esto lo superaremos entre todos, entre las autoridades locales y los dirigentes vecinales”.
Esta fue la primera reunión telemática que la municipalidad, a través de su Dirección de Prevención y Seguridad Humana, tendrá con la comunidad para ahondar en materias específicas y consolidar propuestas que serán informadas al gobierno entrante.
Luego del debate ampliado, el municipio tendrá sesiones con dirigentes sectorizados en los siete distritos que el Pladeco 2020 – 2030 plantea: Distrito Norte, Distrito Sur, Distrito Borde Costero, Distrito San José, Distrito Centro, Distrito Azapa y Distrito Lluta.
El alcalde Espíndola enfatizó en que el emplazamiento a la autoridad regional y nacional es a generar con urgencia una política de seguridad especial para Arica, dado que su condición fronteriza conlleva incivilidades que en otros territorios no ocurren como el tráfico, la trata de personas, los campamentos en espacios públicos, entre otros.
Comentó que se pueden tener una serie de discusiones en torno a la migración, pero no se pueden importar malas prácticas como sicarios y delincuentes de todo tipo. Recordó que hace tiempo atrás secuestraron a una guagua en Arica y se la llevaron a Tacna, preguntándose “¿cómo se la llevaron al Perú si la frontera está cerrada?”.
En la misma línea, el jefe comunal agregó que “tenemos que establecer que la frontera es un problema de Chile y no de los habitantes de Arica. No puede ser que los Carabineros que están a cargo de proteger Arica, se encarguen de resguardar la frontera que le pertenece al estado de Chile”.
De manera paralela, el jefe comunal informó que ha mantenido conversación permanente con sus pares de Iquique y Antofagasta, ciudades donde se vive una situación similar a la de Arica. La idea es generar acciones en conjunto como zona norte, lo que ya entregó frutos al ser entregada una propuesta sobre Arica e Iquique al equipo del presidente electo Gabriel Boric, focalizada en seguridad y resguardo fronterizo.
