El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Arica condenó a Daniel Yexid Perea Bonilla a la pena única de 10 años y un día de presidio efectivo, en calidad de autor de los delitos consumados de robo con violencia y robo con intimidación. Ilícitos perpetrados en diciembre de 2018 y abril de 2019, en la ciudad.
En fallo unánime, el tribunal aplicó, además, a Perea Bonilla las penas accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares por el tiempo de la condena; más el pago de las costas del juicio.
Asimismo, Perea Bonilla deberá purgar 61 días de reclusión, accesorias de suspensión de cargo u oficio público durante el tiempo de la condena, como autor del delito consumado de amenazas.
En la causa, el tribunal condenó, con costas, a Hugo Andrés Fernández Guzmán a la pena efectiva de 5 años y un día de presidio, penas accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la inhabilitación absoluta para profesiones titulares por el tiempo de la condena, en calidad de coautor del delito consumado de robo con violencia.
Una vez que el fallo quede ejecutoriado, el tribunal dispuso que se proceda a la toma de muestras biológicas de los sentenciados para determinar sus respectivas huellas genéticas e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
Hechos acreditados
El tribunal dio por acreditado, que aproximadamente a las 13:15 horas del 27 de diciembre 2018, “el acusado Daniel Perea, a través de mensajería de audio de WhatsApp, amenazó a la víctima de iniciales J.B.Q.Z., quien la recibió en territorio nacional, cuando se trasladaba desde Bolivia a la ciudad de Arica, exigiéndole la entrega de un vehículo que la víctima importaba, en compañía de su padre J.G.Q.G., o en caso contrario, los matarían, ya que él trabajaba con la mafia, tenían estudiada a su familia en Chile y en Bolivia, generando en la víctima, el cierto y serio temor de que aquello se llegue a concretar, por lo que el 28 de diciembre viajó a resguardarse desde la ciudad de Arica a Tacna”.
En tanto, “el 29 de diciembre de 2018, aproximadamente a las 18:00 horas, en la ruta 5 Norte, altura del kilómetro 2.080, sector de la plaza de pesaje, los acusados Daniel Perea y Hugo Fernández, en compañía de otros sujetos no identificados, se encontraban apostados en dicho lugar, instante en que abordaron a la víctima de iniciales J.G.Q.G., a y su hijo, de iniciales J.B.Q.Z., quienes concurrieron con la finalidad de despachar a Bolivia un camión contenedor de vehículos importados de su propiedad”.
“Así –continúa–, el acusado Perea exige a las víctimas la entrega de un vehículo, y ante la negativa de J.G.Q.G., los acusados le propinaron golpes en diversas partes del cuerpo, interviniendo en su defensa su hijo, quien igualmente resultó golpeado. Posteriormente, interviene un tercer sujeto, Víctor, que golpea a las víctimas con un elemento contundente, oportunidad que aprovechó Fernández para inmovilizar a la víctima J.G.Q.G., sujetándolo por su espalda, y acto seguido proceder Perea a la revisión de sus vestimentas, así logró hacerse de su billetera, desde la cual sustrae dinero, 5.000 dólares americanos y 200 mil pesos, que se reparten en presencia de las víctimas”.
A consecuencia de la agresión, las víctimas J.G.Q.Z. y J.B.Q.Z., resultaron con lesiones de carácter leve.
Finalmente, “el 25 de abril de 2019, aproximadamente a las 18:00 horas, en un taller ubicado en las inmediaciones de la intersección de avenida Alejandro Azolas con calle Río Blanco, ingresó, al mismo, la víctima J.B.Q.Z., quien se trasladaba acompañado de la testigo de iniciales Y.F.G. a bordo de un automóvil marca Mazda, modelo 3, año 2017, sin PPU, que había importado desde Estados Unidos”.
“En dicha oportunidad, fueron interceptados por el vehículo en que se trasladaba Daniel Perea, en compañía de sujetos no identificados. Así, abordaron a la víctima J.B.Q.Z., al momento de bajarse del móvil, y requiriendo que se bajara su acompañante, oportunidad en la cual, uno de los sujetos apuntó a la víctima con un arma, en apariencia de fuego, misma que le exhibió el acusado, exigiéndole la entrega de las llaves del vehículo, las que entregó. Igualmente, en la dinámica, le fue arrebatado un banano, con su billetera y documentos personales, y un teléfono marca Huawei modelo Y7”.
“Posteriormente, acusado y sujetos no identificados huyen del lugar, con el vehículo y las especies sustraídas en su poder”.
