Ucrania informó preliminarmente que más de 40 soldados y hasta 10 civiles murieron durante la invasión rusa registrada esta madrugada, mientras el presidente de Rusia, Vladimir Putin, restaba importancia a las sanciones y condenas internacionales y advertía a otros países que cualquier intento de intervenir tendría “consecuencias que nunca han visto”.
En Kiev, Járkiv y Odesa se oyeron grandes explosiones antes del amanecer. Han transcurrido 9 horas desde el inicio de las operaciones militares rusas, bombardeando bases militares y aeropuertos. Su intención es lograr “parálisis estratégica” de Ucrania, anular su capacidad de reacción. De hecho, no hay registro de reacción militar de parte de Ucrania. El ejército ruso avanza hacia Kiev, la capital de Ucrania.
En tanto, líderes mundiales condenaban el inicio de una invasión rusa. Entre ellos, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, quien anunció nuevas sanciones europeas contra “sectores estratégicos” rusos, incluido el bloqueo de sus bancos al mercado europeo.
Largas filas de automóviles salieron esta mañana desde la capital Kiev rumbo a países vecinos como Moldavia, Rumania, entre otros. Asimismo, se observan cientos de personas agolpadas en estaciones de metro que se han convertido en búnkeres improvisados.
Y ante los ataques, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, declaró la ley marcial, y anunció que su país rompe relaciones diplomáticas con Rusia. “Hemos roto los lazos diplomáticos con Rusia”, dijo Zelenzki, pese a que las relaciones se habían mantenido incluso después de que Rusia se anexionara Crimea en 2014.
El mandatario dijo que Rusia estaba acatando la “infraestructura militar” de su país y los puestos fronterizos, al tiempo que urgió a la población ucraniana a no entrar en pánico.
Por su parte, en un discurso televisado, Vladimir Putin aseguró que el ataque era necesario para proteger a civiles en el este de Ucrania, un argumento que Estados Unidos había pronosticado que usaría para justificar una invasión.