Pese a que durante los años 2020 y 2021 el número de vasectomías realizadas experimentaron una baja a causa de la suspensión de cirugías electivas dada la pandemia, según el urólogo de Clínica Tarapacá, Dr. Sebastián Badilla, “el interés por este tipo de procedimientos ha experimentado un aumento, más aún, en hombres jóvenes que son más conscientes de su responsabilidad y opciones en materia de anticoncepción”.
El especialista también resalta el rol de la información en el aumento que han experimentado las vasectomías durante los últimos años, y que, según el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, en 2016 se registraron 173 esterilizaciones masculinas en hospitales públicos, mientras que en 2019 alcanzaron las 617, dando cuenta de que en un período de tres años aumentaron en más de un 350%.
Por otra parte, también asegura que el aumento en el acceso a la vasectomía, también se relaciona con su creciente interés entre los jóvenes, pues recalca que desde 2021 el Fondo Nacional de Salud (Fonasa) agregó 128 nuevas prestaciones a la modalidad de Pago Asociado a Diagnóstico, más conocido como Bono PAD, entre las que se incluyen las vasectomías, que cuentan con una cobertura del 50%, para los más de 15 millones de afiliados.
El Dr. Badilla detalla que la vasectomía “es una intervención ambulatoria, dónde el paciente puede tener una rápida recuperación en casa” y que se realiza por vía escrotal, donde “se cortan y suturan los conductos deferentes, encargados de trasladar los espermatozoides desde los testículos hacia las vesículas seminales, para generar de este modo la esterilidad” y agrega que tras 90 días de efectuado el procedimiento que los pacientes “deben realizarse una espermiograma, que permite asegurar que no haya espermatozoides en el semen”.
Mitos de la vasectomía
El urólogo aseguró que se han instalado algunas creencias respecto a la vasectomía, que tienden a generar un rechazo respecto a este procedimiento, tales como una baja en los niveles de testosterona, deseo y desempeño sexual a causa la intervención, que según el especialista no tienen sustento, pues “no se ha registrado una relación entre la realización de una vasectomía y eventuales cambios en la actividad sexual del hombre”.
En esta línea el especialista afirma que “no hay relación entre la intervención y problemas en la erección, en el deseo sexual, ni en el placer sexual, ya que, estas son funciones metabólicas y neurológicas, que no se alteran con la cirugía, que solo interfiere en el paso de espermatozoides”.
Por otra parte, el urólogo de Clínica Tarapacá también descarta que la cirugía afecte a la testosterona y reitera que la intervención no tiene implicancias metabólicas, por lo que no incide en un aumento del peso del paciente y detalla que “el procedimiento no elimina la eyaculación, pues esta se produce en la vesícula seminal y la próstata” y que sólo se ha constatado que, tras la vasectomía, está solo disminuye entre un 2% y 3% de su volumen”.
Finalmente, el Dr. Sebastián Badilla se refiere al carácter reversible de esta intervención, asegurando que “si bien esta puede revertirse, no es una cirugía pensada como un método transitorio” y concluye que esto debería realizarse antes de los 10 años de realizada la cirugía, y que consiste en microcirugías, por medio de técnicas más costosas y complejas que la misma vasectomía.