Lo cierto es que la prevalencia de la hipertensión arterial en Chile se encuentra en un 27,3%, sin embargo, esta cifra aumenta considerablemente en mayores de 65 años alcanzando un 73,3%.
Y es que las consecuencias de la hipertensión son ampliamente reconocidas en la actualidad: es responsable del 62% de las enfermedades cerebrovasculares, 35% de la enfermedad cardiovascular, 34% de la enfermedad renal crónica (es la segunda causa a nivel mundial luego de la diabetes mellitus), 49% de la insuficiencia cardiaca congestiva y 24% de las muertes prematuras.
Estas cifras sumadas al impacto de la pandemia en el desplazamiento de prestaciones relacionadas a controles médicos y exámenes preventivos, que mostraron una disminución de 38% entre enero y mayo de 2020 en relación a las consultas realizadas en el mismo período del año anterior, subrayan la importancia de retomar las citas médicas relegadas ya.
Es fundamental entender en primera instancia, cuáles son los principales síntomas que manifiesta el cuerpo ante un problema cardíaco o posible infarto. El Dr. Braulio Vargas, cardiólogo de Clínica Tarapacá, apunta a hacerse preguntas y buscar soluciones inmediatas ante las señales.
“Si un paciente es hipertenso, fuma mucho, tiene el colesterol alto, tiene un estilo de vida muy estresado, es sedentario y tiene exceso de peso, juntando todas esas condiciones, presenta algún síntoma como dolor de pecho, dolor en el estómago, dolor en un brazo, sensación de angustia u opresión en el pecho, tiene que ir directamente a una urgencia. No debe perder tiempo valioso en sacar una hora a un cardiólogo, porque evidentemente con todos esos factores de riesgo incidiendo en tu vida, lo más seguro es que sea un evento coronario”, asegura.
Y agrega: “Si a un paciente le empieza a faltar el aire cada día con menos esfuerzo, se le hinchan las piernas o los pies, empieza a sentir que orino cada vez menos, o que le cuesta estar acostado, estos son síntomas de insuficiencia cardíaca. Un paciente así también debe consultar a una urgencia o a un médico. Ahora, si se trata de un paciente joven no sedentario que siente síntomas que le incomodan como dolor de pecho, falta de aire o palpitaciones, hay que ver que antecedentes tiene en la familia, hay que ver qué otras cosas pueden explicar estos síntomas, pero esto es algo que se logra aclarar mediante una evaluación médica”.
El especialista apunta a que, si no tenemos factores de riesgo, pero sí tenemos antecedentes familiares o en el caso de los hombres, supera los 40 años, y en las mujeres, los 50, se debe comenzar con chequeos cardiovasculares como tomas de presión, electrocardiogramas y tal vez, test de esfuerzo u otros exámenes. El médico determinará si es necesario hablar de medicamentos o no.
Principales errores para cuidar el corazón
El especialista de Clínica Tarapacá se refiere a los principales errores que cometemos los chilenos al momento de cuidar el corazón. “El principal es que cuando las personas adultas se les diagnostica hipertensión, creen que tomando la pastillita ya se solucionó y eso no es así”, asegura.
“El paciente toma la pastilla de la presión, por ejemplo, y tiene que chequearse con el médico luego de iniciar el tratamiento para ver si está haciendo un efecto, esto es por ejemplo, controlar de nuevo con un Holter de presión arterial o incluso un test de esfuerzo para saber si la presión responde de forma normal al ejercicio. El Holter de presión -cuyo nombre más apropiado es MAPA, por sus siglas: Monitoreo Ambulatorio de Presión Arterial- es la herramienta de elección -el estándar de oro- para el diagnóstico de HTA y el manejo de los pacientes, es decir, evaluar que lo que uno ha recetado resulta eficaz para el paciente, porque una vez que uno inicia un tratamiento, lo más importante es que el tratamiento sea efectivo en cuanto a las dosis y el tipo de medicamento que recibe”, explica.
Entonces, ¿cómo cuidar nuestro corazón? Según el Dr. Braulio Vargas, la mejor forma de cuidar el corazón es llevando una vida sana, evitar el consumo de tabaco y otras drogas, haciendo ejercicio aeróbico como caminar y andar en bicicleta. Otro punto es mantener el colesterol en rangos aceptables.
