Fuertes enfrentamientos armados se desataron en Nablus, cuando tropas de Israel entraron y destruyeron un edificio utilizado, según un portavoz del Ejército, como fábrica de bombas por Lions’ Den, una nueva milicia nacida en esa ciudad y responsable de decenas de ataques en las últimas semanas.
“Una fuerza conjunta de soldados del Ejército, agentes del Shin Bet (Agencia de Seguridad Israelí) y unidades antiterroristas allanaron un escondite en la ciudad vieja de Nablus que estaba siendo utilizado como taller de bombas por importantes miembros de Lions’ Den”, informó un portavoz militar en un comunicado. “Nuestras fuerzas volaron el taller de bombas”, confirmó el Ejército, que acusó a palestinos de disparar, quemar neumáticos y arrojar piedras a las tropas, por lo que “devolvieron fuego”.
El Ministerio de Sanidad palestino identificó los cinco muertos de Nablus como Hamdi Ramzy Qaim, de 30 años, Ali Antar, de 26, Hamdi Sharaf, de 35, Wadi Houth, de 31, y Ahmed Baghdadi, de 27, ademas de confirmar 20 heridos en los enfrentamientos, tres de ellos graves. La identidad de la víctima en la aldea de Nabi Saleh, norte de Ramala, no se ha desvelado, aunque el ministerio también confirmó la muerte ocurrida allí esta madrugada.
De los muertos en Nablus, al menos tres eran milicianos y en concreto Wadi Houth ha sido reivindicado como uno de los cabecillas de Lions’ Den, aunque también estuvo vinculado a las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa -milicia asociada al partido Fatah- grupo que lo ha alabado con “orgullo y honor” como un “mártir de la ocupación”.
“Contactos urgentes” de Abbas
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, estableció durante la madrugada “contactos urgentes para detener esta agresión contra nuestro pueblo” y elogió “la firmeza de los palestinos en la defensa de su tierra”, confirmó su portavoz, Nabil Abu Rudeinah.
Tanto la Yihad Islámica, como las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, han confirmado su participación en los enfrentamientos contra el Ejército israelí, que centró su operativo en los Lions’ Den, una nueva milicia que ha ganado gran popularidad entre los más jóvenes en el norte de Cisjordania, cuyas filas crecen rápidamente y que no tiene un mando ni jerarquía clara.
Desde principios de año, 132 palestinos han muerto en incidentes violentos con Israel solo en Cisjordania ocupada, el año más sangriento en la zona desde 2015, cuando estalló la llamada Intifada de los Cuchillos. Además, 51 palestinos fallecieron en la escalada de tres días en agosto contra la Yihad Islámica.
Lion’s Den gana popularidad en las calles palestinas
Lion’s Den se ha atribuido la responsabilidad de la mayoría de los ataques con disparos en el área de Nablus desde agosto, que se han intensificado en las últimas dos semanas, lo que ha provocado que, para contener sus movimientos, Israel haya impuesto un bloqueo a la ciudad que se prolonga desde el 11 de octubre.
Un soldado israelí murió ese día en un ataque cometido por ellos en el asentamiento de Shavei Shomron, cerca de Nablus, y un colono resultó herido en otro. Y aunque sus ataques no han sido muy eficaces, los vídeos de tiroteos subidos por Lion’s Den en las redes sociales les están ayudando a ganar popularidad en las calles palestinas, especialmente entre los más jóvenes.
La presión en Cisjordania se ha visto exacerbada por los ataques cada vez más frecuentes de los colonos, sobre todo en Huwara y otros pueblos colindantes con asentamientos, en el área de Nablus. Una “ofensiva antiterrorista”, según Israel, lanzada a principios de este año y centrada en el norte de Cisjordania ha generado más de 2.000 arrestos en redadas casi nocturnas, y más de 130 muertos, la mayoría milicianos, pero también menores y civiles desarmados como la periodista palestina Shireen Abu Akleh.
En esta ola de violencia, del lado israelí han muerto 22 personas, quince de ellas civiles.
Noche más violenta del año en Cisjordania ocupada: seis palestinos muertos
Seis palestinos murieron esta madrugada, cinco en enfrentamientos armados con el Ejército israelí en Nablus, y uno en otra redada, en un pueblo cerca de Ramala, confirmó el Gobierno palestino.