El gobierno del presidente Gabriel Boric condenó el retiro de nacionalidad que el régimen de Daniel Ortega les hizo a 94 nicaragüenses opositores “por traición a la patria”, donde además se les declaró prófugos de la justicia.
En detalle, las autoridades de Nicaragua despojaron de la nacionalidad a los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli; al obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez; y al ex comandante de la revolución Luis Carrión.
La medida también afectó a la veterana defensora de los derechos humanos Vilma Núñez, al ex canciller Norman Caldera, al ex magistrado sandinista Rafael Solís, al ex embajador de Nicaragua ante la OEA Arturo McFields, al periodista Carlos Fernando Chamorro y a otros 85 nicaragüenses acusados por delitos considerados “traición a la patria”.
Sobre esta medida, la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, sostuvo que “la situación es de la más alta gravedad” y aseguró “que lo que se está conformando hace ya varios años y los hechos de las últimas semanas, demuestran que cada día más se trata de una dictadura totalitaria donde se persigue cualquier tipo de disidencia”.
En este sentido, la canciller afirmó que es una situación “de suma gravedad” y desde Chile van a seguir denunciando y haciendo las acciones que correspondan “para apoyar a estas personas que están siendo perseguidas, pero también para apoyar la democratización en Nicaragua”.