El subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, criticó la demolición de las “narco-casas” en la comuna de La Florida, idea que es impulsada por el alcalde Rodolfo Carter para combatir al crimen organizado.
La autoridad de Gobierno afirmó que “demoler una casa es muy significativo para quienes viven en el barrio, porque es sinónimo de delito y temor, y resuelve esa sensación de temor”, pero aseguró “que esa organización criminal va a comprar otra casa”.
Además, Monsalve cuestionó si la medida resuelve el problema, agregando que “es más efectista que efectivo en el marco del problema global del país”.
En esa línea, se refirió al proyecto que endurece la Ley 20.000 con el fin de combatir el narcotráfico, y que durante esta semana será votado en el Congreso.
La iniciativa “permite no demoler una casa, sino demoler el patrimonio de las organizaciones criminales, porque las casas se demuelen, pero las organizaciones tienen patrimonio para comprar otra y guardar armas y drogas en esa”.
El subsecretario explicó que con la medida se espera que aumente “el comiso por ganancias, para quitarles las utilidades del crimen, pero además va a configurar otras figuras que le darán mucho poder al Estado para quitarles el patrimonio: el comiso sin condena, el comiso ampliado y el comiso por equivalencia”.
“Va a permitir subir dos grados la pena de aquellas personas que usen a menores en la comisión de un delito vinculado al narcotráfico: si estaba condenada a cinco años, a presidio mayor en su grado mínimo, y utilizó un niño y le proveyó un arma, va a subir a una pena sobre 15 años”, señaló Monsalve.
Monavel enfatizó que el proyecto también plantea aumentar las agravantes para los líderes del crimen organizado.
“Tenemos que castigar de manera severa y ejemplar a quienes son los jefes, los mandos de las organizaciones. Va a tipificar el delito de ser jefe o tener mando, o fundar una organización, de manera paralela al delito”, añadió.
