El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, prometió este lunes a los indígenas reanudar “rápidamente” la creación de nuevas reservas, paralizadas durante el mandato de Jair Bolsonaro (2019-2022), y facilitarles el acceso al crédito para que aumenten su producción agrícola.
“Necesitamos rápidamente legalizar las tierras indígenas que estén en las últimas fases de estudio para que (sus habitantes) puedan aumentar su capacidad de producción y ayudar a cuidar del clima”, afirmó el mandatario ante decenas de líderes indígenas del estado amazónico de Roraima.
Lula viajó hasta la reserva Raposa Serra do Sol, cerca de la frontera con Guyana, para participar en la 52ª Asamblea General de los Pueblos Indígenas de Roraima, que desde el sábado y hasta este martes reúne a unos 2.000 representantes indígenas de la región.
En su discurso, Lula insistió en que expulsarán “definitivamente” a los mineros clandestinos que actúan de manera ilegal en las tierras indígenas de Roraima, ricas en metales preciosos como el oro.
“Ese oro no es de nadie, está ahí porque lo puso la naturaleza, y nadie tiene el derecho de moverlo sin la autorización de los pueblos indígenas”, aseveró.
El antiguo sindicalista también se comprometió a incluirlos en algún programa federal de financiación agrícola, con objeto de que puedan “mejorar y aumentar” su capacidad de producción, ya sea para autoconsumo o para su venta.
“Si tenemos dinero para financiar al empresario y a los grandes propietarios de tierra, ¿cómo es (posible) que no hay dinero para financiar a los pueblos indígenas y su producción? Algo falla ahí”, expresó.
El jefe de Estado prometió además “invertir mucho” en mejorar la atención sanitaria en las aldeas, con la creación de puestos de salud permanentes y la distribución de medicamentos “gratis”.
Asimismo, Lula arremetió contra el anterior Gobierno, presidido por Bolsonaro, líder de la extrema derecha brasileña, por dejar un país “desmontado” y por no respetar “a los indígenas, las mujeres, los negros y los artistas”.
Esta es la segunda vez que Lula visita a indígenas en Roraima desde que asumió el poder el pasado 1 de enero.
La primera visita se produjo el 21 de enero para conocer in situ la grave crisis humanitaria que enfrentan los yanomamis, una de las etnias más importantes de la región y cuyos territorios fueron invadidos por miles de mineros clandestinos en los últimos años.
El uso de mercurio y otros productos tóxicos para la extracción de oro contaminó los ríos, dejando a los yanomamis sin su principal recurso de alimentación, lo que causó numerosos casos mortales de desnutrición y malaria.
En esa tierra, el Gobierno lanzó en enero pasado una vasta operación policial y militar para expulsar a los más de 20.000 mineros clandestinos que allí operaban.
El líder del pueblo yanomami, Davi Kopenawa, denunció en la asamblea de este lunes que parte de los mineros ilegales han cruzado la frontera con Venezuela o se han ido a otras zonas de la Amazonía brasileña.
“¡Queremos sacar a todos los mineros! ¡La minería nos mata, mata los ríos, mata el alma del bosque! No la necesitamos en nuestras casas”, exclamó, para después pedir al presidente Lula más refuerzos policiales y más médicos en su territorio.
Lula promete crear “rápidamente” nuevas tierras indígenas en Brasil
El mandatario afirmó la urgencia de avanzar en esto para que sus habitantes "puedan aumentar su capacidad de producción y ayudar a cuidar del clima". Además, anunció que expulsarán "definitivamente" a los mineros clandestinos que actúan de manera ilegal en las tierras indígenas.