El alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, advirtió que la zona de ocupación fronteriza por población migrante se está transformando en un campo ideal para los delitos transfronterizos. Según explicó el jefe comunal, en el lugar ya existe información de venta de drogas, estafas y tráfico de personas.
“En los últimos días, aumentaron los relatos de personas migrantes que han estado en el lugar y que fueron testigos de venta de drogas”, explicó el alcalde, quien agregó que, “tenemos testimonios de personas que indican haber pagado hasta 150 mil pesos a coyotes para ingresarlos a Perú y finalmente fueron estafados”.
En ese sentido, el alcalde Espíndola explicó que el tráfico de personas es de Chile a Perú y viceversa, por tanto, existe una alta probabilidad de ingresos a nuestro país, de manera indocumentada por esa zona. “Los coyotes suelen generar acciones de distracción, como agitar los ánimos para generar protestas y así desviar la atención de las policías”. Por ello, es urgente que se tomen medidas más estrictas de control en ese amplio espacio.
Asimismo, la autoridad apuntó a que “tenemos que saber con exactitud la identidad de todas las personas que llegan hasta ese lugar, es un espacio crítico y no puede quedar en manos de los traficantes de personas, que aprovechan el tumulto y desorden para operar”.
El jefe comunal fue enfático en que el Estado debe buscar las herramientas que permitan identificar a todas las personas que llegan hasta este sector, lo que va por sobre el empadronamiento que hoy se realiza. “Estamos en una zona de riesgo, que se extiende más allá del control policial, especialmente hacia el este, esos espacios no pueden ser descuidados, necesitamos control e inteligencia para desbaratar a las bandas que están acechando”, sentenció.
