La vocera de Gobierno, Camila Vallejo, criticó los dichos del consejero constitucional del Partido Republicano, Luis Silva, quien reconoció que siente “un dejo de admiración” por el dictador Augusto Pinochet, relativizando los crímenes a los derechos humanos cometidos en su régimen.
“A 50 años del golpe cívico-militar nos preocupa que exista negacionismo y se pretenda validar un golpe de Estado, una dictadura, que violó Derechos Humanos, que masacró a parte de nuestro pueblo y generó heridas hasta el día de hoy”, señaló la ministra.
En concreto, la secretaria de Estado se refirió a las declaraciones que emitió el consejero constitucional durante su conversación con Cristián Warnken el pasado domingo 28 de mayo, donde aseguró que el dictador fue “un hombre que supo conducir el Estado”.
Al respecto, Vallejo afirmó que “en nuestro país tenemos una fuerza política que varios de sus representantes se han reconocido abiertamente como pinochetistas. Y evidentemente que a 50 años del golpe cívico-militar, nos preocupa que exista negacionismo”.
A su vez, la ministra manifestó que al Gobierno le inquieta en extremo que “se pretenda aún validar o justificar una dictadura que violó derechos humanos, que masacró a gran parte de nuestro pueblo, que persiguió políticamente, torturó y que generó heridas hasta el día de hoy”.
“Nuestro ejercicio es de memoria, por cierto, de reconocer lo que sucedió en nuestra historia, de no negarlo, de reparar evidentemente, de señalar la verdad y hacer justicia, pero también pensar en nuestro presente y futuro”, agregó.
En ese sentido, recordó que “hay un dicho, que es uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde. Y como los que vivimos en democracia sólo conocemos la democracia, con falencias y todo lo que podamos decir, pero no conocimos lo que fue la ruptura democrática. Y hay mucha gente que no logra valorar lo que es la democracia, porque no la ha perdido“.
La vocera de Gobierno también alertó que cuando se rompe la democracia “todos podemos salir dañados, y por eso es muy importante que más allá de las declaraciones en particular, en los 50 años del golpe no solo valoremos la democracia y el respeto a los derechos humanos, sino que trabajemos en el presente por fortalecerla”.