Durante la jornada del martes, Chile traspasó la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico a Perú, desatascando así el impasse diplomático que se había generado en el bloque comercial.
La ceremonia fue encabezada por el ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, y por la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza.
En representación de Perú participaron la ministra de Relaciones Exteriores, Ana Cecilia Gervasi, y la viceministra de Turismo del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, Madeleine Burns.
Durante la entrega de la presidencia pro tempore, el ministro Van Klaveren destacó a la Alianza del Pacífico “como un aporte real a la prosperidad regional mediante el equilibrio del desarrollo económico, social y ambiental de manera equitativa y sostenible” frente a los desafíos que enfrenta Latinoamérica.
Además, el secretario de Estado destacó que para Chile “es de especial interés fortalecer los lazos entre los países de nuestro continente, fomentando de este modo el bienestar e igualdad social en la región”.
“En la Alianza del Pacifico ha reinado el consenso, hay pleno acuerdo entre los cuatro países para justamente confirmar este traspaso de la presidencia. Todos hemos hecho esfuerzos significativos en esa dirección (…) Nos interesa que el organismo se mantenga en el ámbito técnico, en el ámbito que le corresponde”, añadió.
Por su parte, la ministra peruana, Ana Cecilia Gervasi, expresó que la ocasión reúne a los cuatro países miembros y demuestra que la organización se encuentra “en una nueva etapa renovando su compromiso por la integración regional que nos permita enfrentar desafíos compartidos”.
“La Alianza del Pacífico es un mecanismo de integración que, desde su inicio, fue pragmático, libre de politización (…) Esperamos que se siga manejando con ese sentido pragmático que la ha convertido en uno de los mecanismos de integración más exitosos de Latinoamérica”, acotó la canciller peruana.
Cabe mencionar que el traspaso se realizaría en diciembre de 2022, sin embargo, fue aplazado tras el fallido autogolpe de Estado en Perú propiciado por el expresidente Pedro Castillo, el que también fue destituido por el Congreso de dicho país.
En tanto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, debía viajar a Perú para hacer entrega del cargo a Pedro Castillo, no obstante, debido a lo acontecido en el país vecino, el mandatario mexicano se negó a pasar el mando, entregándole la presidencia a Chile.