Este martes inició el paro nacional docente convocado por el Colegio de Profesoras y Profesores tras rechazar la segunda propuesta del Gobierno a las ocho demandas del gremio.
El presidente del magisterio, Carlos Díaz, afirmó que la decisión se tomó debido a que se consideró “insuficiente” la última misiva del Ministerio de Educación, argumentando que aún falta “sentido de urgencia” y dar respuestas más concretas, sobre todo, de la reparación de la deuda histórica.
De esta forma, en esta jornada se concretó la paralización completa de las actividades al interior de los colegios, siendo “más de 100.000 maestros los que el día de mañana participarán en la movilización y en términos de establecimientos educacionales, sobre 5 mil colegios del país van a estar paralizados”, según indicó el líder gremial.
No obstante, desde el magisterio han señalado que los establecimientos educacionales se mantendrán abiertos para “garantizar” la entrega de alimentación, desayuno y almuerzo, a los estudiantes. Además, en reemplazo de las clases y actividades pedagógicas, durante la paralización habrá una serie de manifestaciones y jornadas de reflexión, para lo cual se entregó un plan de acción con los lineamientos para su primera semana de movilizaciones.
En tanto, para el jueves 31 de agosto el Colegio de Profesores convocó a una marcha nacional, por lo que el día previo se contempla realizar difusión en las plazas públicas e intervenciones en las calles. Finalmente, el viernes se llevará a cabo un “banderazo por la educación” y al final del día, el gremio dará a conocer un balance sobre la adhesión de los docentes.
Cabe mencionar que el gremio ha señalado que la paralización no responde únicamente a problemas que han surgido en el último tiempo, sino que a las condiciones deficientes que se “vienen arrastrando hace mucho tiempo”.
En ese sentido, ahora el gremio docente continúa exigiendo la reparación completa de la deuda histórica. Además, la regularización del pago de los Bonos de Retiro atrasados y de la mención a profesoras diferenciales y de párvulos.
También pide crear un plan concreto para enfrentar la violencia escolar, un cambio al modelo de financiamiento de la educación y el fin al agobio laboral de los profesores. Asimismo, solicitan cambios profundos de la jornada escolar completa y en los servicios locales de educación pública.