Un acto conmemorativo por la memoria y un acto para reafirmar el compromiso por la democracia fueron parte de la agenda por los 50 años del golpe cívico militar de 1973.
En la Plaza Condell, la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos de Iquique y Pisagua, Afepi, que preside Héctor Marín, realizó el acto por la memoria con participación de personas que sobrevivieron al campamento de prisioneros de Pisagua.
En ese ámbito, el delegado presidencial regional de Tarapacá, Daniel Quinteros, reafirmó que esta “es una oportunidad histórica para poder reafirmar nuestro compromiso, como sociedad, con la democracia. A 50 años, hacíamos un recorrido de los que fueron los 10, 20, 30 y 40 años y hemos tenido un camino como país que ha ido avanzado en verdad, justicia, reparación y en garantías de no repetición”.
También Quinteros destacó que el Gobierno del Presidente Gabriel Boric “ha querido en estos 50 años, no solamente rendir un homenaje al Presidente Salvador Allende, sino que también activar un Plan Nacional de Búsqueda de Verdad y Justicia que permita dar respuestas a esas preguntas que todavía están sin responder, que permita darle una respuesta, una mano amiga a esas familias que todavía sufren por la ausencia de sus seres queridos”.
“Tenemos hoy a los 50 años la posibilidad de conmemorar a las víctimas, de poder reflexionar respecto de nuestra democracia y de poder reafirmar el compromiso de que nunca más en Chile se violen los derechos humanos y que nunca más las diferencias se resuelvan con menos democracia, sino que con más democracia”, agregó.
COMPROMISOS
El emotivo discurso del Presidente Salvador Allende previo al bombardeo de La Moneda fue parte del simbólico acto que partidos políticos y autoridades de Gobierno realizaron en el frontis del edificio institucional.
Para el delegado presidencial Daniel Quinteros al cumplirse 50 años del quiebre violento de la democracia en Chile, que le costó la vida, la dignidad y la libertad a tantas personas chilenas y de otros países, “queremos más allá de nuestras legítimas diferencias comprometernos en conjunto a cuidar y defender la democracia, respetar la constituciones, las leyes y el estado de derecho, queremos preservar y proteger esos principios civilizatorios de las amenazas autoritarias, de la intolerancia y del menosprecio por la opinión del otro”.
Quinteros concluyó indicando que “queremos enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia; queremos hacer de la defensa y promoción de los derechos humanos un valor compartido por toda nuestra comunidad política y social y queremos fortalecer los espacios de colaboración entre estados”.