El ministro de Hacienda, Mario Marcel, expuso el Estado de la Hacienda Pública 2023 ante la Comisión Especial Mixta de Presupuesto, marcando el hito que da inicio a la discusión de la Ley de Presupuestos para el próximo año.
El secretario de Estado abordó los cinco frentes que han sido prioritarios para la cartera desde que asumió el Gobierno del presidente Gabriel Boric, como son la estabilización de la economía; la recuperación de las finanzas públicas; la protección de los hogares de bajos ingresos; el avance de las reformas comprometidas por el Ejecutivo y el desarrollo de una agenda de crecimiento económico sostenible e inclusivo. También, aprovechando la instancia, anunció el envío de nuevos proyectos.
En materia de estabilización de la economía y recuperación de las finanzas públicas, Marcel repasó las principales cifras de este proceso, entre las que destacan el primer superávit fiscal en una década ocurrido en 2022, siendo una de las consolidaciones fiscales más profundas a nivel mundial con 1,1% del PIB.
Asimismo, la inflación ha mantenido una trayectoria sostenida a la baja y en agosto llegó a 5,3% en su medición a 12 meses, reduciéndose 8,8 puntos desde el peak alcanzado en agosto del año previo. Se espera terminar el año con un crecimiento nulo, desestimando con ello las proyecciones que anticipaban un 2023 recesivo. En tanto, se estima un déficit efectivo para este ejercicio de 2,3%, y un estructural de 2,6%.
Respecto de las reformas comprometidas por el Gobierno, el ministro explicó que las presiones sobre el gasto público han excedido el incremento de los ingresos fiscales estructurales, generando sostenidos déficits y un incremento de la deuda pública bruta desde cifras de 5% del PIB en 2008 a 38% del PIB en 2022.
Dichas presiones han correspondido principalmente a necesidades de gasto en Salud y Protección Social, que explican cerca del 60% de la expansión. Si a eso se suma el gasto en Educación, la proporción alcanza los tres cuartos.
Por lo mismo, Marcel reiteró la urgencia de responder a esas necesidades de manera más estructural, toda vez que ello también garantiza sostenibilidad fiscal y estabilidad macroeconómica, pero sobre todo teniendo en cuenta la evolución demográfica de nuestro país, donde la cantidad de adultos mayores crecerá a un ritmo de 4% anual.