El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal (TOP) de Iquique condenó a la pena de 20 años de cárcel a una pareja de venezolanos, identificados como M.M.C. y A.A.P., por el secuestro con homicidio del comerciante iquiqueño de 67 años, Nelson Murúa, hecho ocurrido en enero del año pasado. Además, otro condenado de iniciales K.R.N deberá cumplir 15 años de presidio.
“Se condena a M.M.C. y A.A.P a 20 años de presidio mayor en su grado máximo. K.R.N, 15 años de presidio mayor en su grado medio”, indicó el magistrado Rodrigo Vega Azocar en la audiencia que se desarrolló este viernes.
“En todos los casos se les condena también a las accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para profesiones titulares mientras tutela condena y al comiso de la especie individualizada en el número 57 del basamento quinto, eximiendo desde el pago de las costas”, agregó el magistrado.
Además, el juez Vega Azócar detalló que “los sentenciados cumplirán efectivamente la pena a cada uno impuesta para cuyo efecto les servirá de abono todo el tiempo que han permanecido ininterrumpidamente privados de libertad (…) K.R.N desde el 13 de enero del año 2022 a la fecha, y M.M.C y A.A.P desde el 14 de enero del año 2022 a la fecha”.
“Se ordena el cumplimiento de su oportunidad el artículo 468 del código procesal penal, también se ordena cumplir oportunamente por Gendarmería de Chile con lo ordenado en el artículo 17 de la ley 19.970 y comunicar al Servicio Nacional de Migración en las circunstancias de haberse dictado esta sentencia de acuerdo al artículo 145 de la ley 21.325”, finalizó el juez.
Extranjeros secuestraron, torturaron y asesinaron a conocido comerciante iquiqueño
El pasado 26 de septiembre se dio inicio al juicio oral contra los tres acusados por el homicidio del conocido comerciante y empresario local Nelson Murúa Páez, crimen que conmocionó a la región por ser uno de los primeros casos que evidenciaron secuestros, torturas y extorsión en Iquique.
Luego de tres semanas de audiencias, el pasado 13 de octubre, el Tribunal de Juicio Oral (TOP) en lo Penal de Iquique declaró que los tres extranjeros fueron culpables del secuestro, tortura y asesinato del comerciante.
De acuerdo con la acusación del fiscal de la Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos, Óscar Sáez, durante parte del año 2021 la víctima, mantuvo como trabajadora a la condenada en el local comercial que tenía en una feria de Alto Hospicio, luego de lo cual mantuvieron una relación de confianza que permitió a la mujer conocer la situación económica de la víctima y de su familia.
El 6 de enero del año 2022, aproximadamente a las 10:00 horas, la víctima salió desde su domicilio ubicado en el sector céntrico de Iquique, a bordo de su vehículo particular con destino a la comuna de Alto Hospicio, informando a su familia que concurriría a realizar trámites notariales, sin embargo, en realidad se dirigió al sector de la Toma La Mula, en donde vivía M.M.C.
Allí sujetos desconocidos, junto a los condenados A.A.P. y K.R.N., retuvieron a la víctima contra su voluntad, manteniéndola amarrada y con los ojos vendados. En el lugar le tomaron fotografías y grabaron audios con el objeto de exigir un rescate a la familia, indicándole al hijo de la víctima que no debía concurrir a la policía por su liberación.
Durante la noche del 6 y la madrugada del 7 de enero, los condenados junto a los sujetos desconocidos, golpearon, torturaron y asesinaron a la víctima, propinándole heridas con elementos cortantes, punzantes y contundentes en diversas partes de su cuerpo, trasladándolo hasta una vivienda ubicada en las cercanías del lugar, donde finalmente enterraron su cuerpo sin vida.
Luego de dar muerte a la víctima, y teniendo en su poder registros de fotografías y audios obtenidos de la víctima durante su cautiverio, el grupo continuó con la extorsión, enviando las imágenes, audios y video de la víctima cautiva al hijo, exigiéndole la entrega de $50.000.000. Como el hijo de la víctima no pudo reunir ese dinero, llegó a un acuerdo con los captores de pagar $11.000.000 en efectivo.
Una vez con el dinero, el hijo de la víctima recibió diversas instrucciones en cuanto a la entrega del dinero, y en la mañana del 8 de enero se trasladó hasta Colchane, seguido por funcionarios de la Policía de Investigaciones, pero una vez en Colchane, el grupo le exigió que para liberar a su padre y efectuar el pago, debía pasar en forma ilegal a territorio boliviano, lo que finalmente no se concretó.
En estas circunstancias, K.R.N. concurrió hasta el domicilio ubicado al interior de las tomas Las Mulas donde había sido enterrado el cuerpo de la víctima, y comenzó a desenterrarlo para luego trasladarlo hasta un sitio eriazo en las mismas Tomas la Mula, con el objeto de ocultar el cuerpo del delito y que no sea descubierto por los funcionarios policiales que ya realizaban diligencias en el sector.
Posteriormente, los funcionarios policiales encontraron la vivienda donde la víctima se mantuvo cautiva, encontrando la habitación y la cama desde donde se habrían tomado las fotografías enviadas a su hijo, además de un cuchillo con rastros de sangre de la víctima.
En horas de la tarde, funcionarios de la PDI encontraron el cuerpo de la víctima en un sitio eriazo al interior de la misma toma Las Mulas, el que se mantenía envuelto en una sábana, amarrado de pies y manos, con su vestimenta completa y múltiples lesiones que le ocasionaron la muerte.
En el juicio que duró tres semanas, el fiscal Sáez presentó los testimonios de la familia de la víctima, de testigos reservados y de los funcionarios policiales que realizaron las diligencias investigativas, además de peritos y prueba documental.