El presidente Gabriel Boric acaba de presentar al país el proyecto de la nueva Ley de Pesca que ingresará al parlamento para su discusión los primeros días de enero de 2024.
Este proyecto es fruto de un intenso proceso participativo. Hemos dialogado con los distintos actores de la pesca artesanal, industrial, mujeres que se dedican a las actividades conexas, científicos y académicos. En Chile se realizaron más de 200 encuentros con la pesca. En el caso de nuestra región se desarrollaron 14 diálogos en todas las caletas desde Pisagua hasta Chipana. Y el proyecto contiene muchas de las propuestas que allí se formularon.
Este nuevo proyecto se hace cargo de una ley con un origen corrupto, comprobado por la justicia. Recordemos que en Tarapacá tenemos a dos ex parlamentarios, Jaime Orpis y Marta Isassi, condenados por fraude al fisco y cohecho. Es por ello que necesitamos una Ley que cuente con legitimidad, que sea respetada por todos y esté libre de cuestionamientos. Solo de esa forma, la actividad pesquera contará con la certeza jurídica que requiere para desarrollarse.
El proyecto que el presidente Boric le presenta al país tiene entre sus principales ejes la transparencia en el sector pesquero y el combate contra la pesca ilegal, se busca fortalecer los servicios e instrumentos de fiscalización, así como una mejora del régimen sancionatorio. Como segundo eje está el avanzar en mayor equidad en el sector, buscando una mejor distribución de los recursos, pero no solo entre la pesca artesanal y la industrial, sino también entre regiones y entre individuos.
Además, es crucial garantizar la equidad territorial, ofreciendo un tratamiento justo a toda caleta y sus comunidades, así como asegurar la equidad en las condiciones de protección social para la pesca artesanal. Finalmente se establece como eje central el desarrollo sostenible de la actividad pesquera, a través de prácticas de pesca sostenibles con una gestión responsable de los recursos marinos que permitan asegurar un desarrollo continuo y equilibrado del sector.
Este proyecto representa una contribución sustantiva al desarrollo de la pesca sostenible, porque refuerza la mirada científica para la toma de decisiones, además entregará certeza a los actores del sector con una distribución más equitativa de los recursos incentivando la pesca dirigida al consumo humano.
Finalmente creo necesario indicar que esta propuesta reconoce la cultura, tradición de la pesca artesanal y también la existencia de sindicatos, federaciones, confederaciones y cooperativas de pescadores y pescadoras artesanales. Además se hace cargo de la urgencia de establecer condiciones mínimas de protección social para los trabajadores del sector y crea espacios de gobernanza y co-manejo que permiten representar de mejor manera los intereses de los diversos territorios que componen nuestro país.